Uno de los hombres magrebíes detenidos por la Policia Municipal de Terrassa este pasado fin de semana, relacionado con un incidente muy violento en la cocapital del Vallès Occidental, con varios heridos —entre ellos, dos agentes—, ha quedado en libertad pocas horas después. Haber participado en una pelea con machetes y otras armas blancas, y haber amenazado a la policía con un cuchillo, asegurando que les haría daño por venganza, no ha servido de nada: el hombre, que ocupa uno de los aparcamientos de la calle de la Corunya número 20, ya vuelve a estar en la calle, según ha podido saber ElCaso.com. Se trata de un individuo considerado muy peligroso y temido por los vecinos, que ahora regresa al aparcamiento que ha convertido en su casa. ElCaso.com ha podido acceder a imágenes del interior del recinto.

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Imagen del interior del aparcamiento de la calle de la Corunya, en Terrassa / ElCaso.com
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Imagen del interior del aparcamiento de la calle de la Corunya, en Terrassa / ElCaso.com
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Imagen del interior del aparcamiento de la calle de la Corunya, en Terrassa / ElCaso.com

En este aparcamiento de la calle de la Corunya viven varios jóvenes magrebíes muy conflictivos, que tienen atemorizada a la zona. Generan inseguridad y están relacionados con robos y hurtos en la zona. La pelea de esta Semana Santa, con armas blancas, se originó con otro grupo de compatriotas, que descubrieron que los okupas de este parking les habían robado días antes y decidieron hacer justicia por su cuenta. Según ha podido saber ElCaso.com, en el interior del aparcamiento viven tanto adultos como una chica menor de edad. Este detalle consta en el atestado policial redactado en el momento de los hechos. Los vecinos temen que algún día haya una desgracia, y la violenta pelea reciente ha puesto a todos en alerta.

Dos policías heridos

A pesar de la gravedad de los hechos, el Ajuntament de Terrassa mantiene un refuerzo policial mínimo en la zona, con la presencia de un solo vehículo patrulla. Esta situación pone en riesgo no solo la seguridad de los vecinos, sino también la de los propios agentes. Este domingo, uno de los okupas salió del aparcamiento para amenazar a los policías que hacían guardia. En la pelea de la semana pasada, dos policías resultaron heridos; uno de ellos sufrió la fractura de una pierna y ha tenido que ser operado.

La situación dentro del aparcamiento es insostenible, tal como muestran las imágenes. El olor a orina, excrementos y otros desperdicios es insoportable, según denuncian los vecinos a ElCaso.com. Uno de los okupas acumula antecedentes por robos, especialmente de baterías de coche, que luego vende en el mercado negro. La tensión es constante, y los vecinos lamentan que, pese a sus denuncias, el consistorio aún no haya encontrado ninguna solución.