Los Mossos d'Esquadra y la Policía Nacional intentan poner orden en el aeropuerto del Prat contra los embaladores piratas de maletas en este inicio de la campaña de verano, unos meses que serán de récord en la llegada y salida de turistas desde este aeropuerto de Barcelona. Los dos cuerpos policiales, en colaboración con la Inspección de Trabajo de la Generalitat, han llevado a cabo una redada en la zona terrestre del aeropuerto para detectar a personas que, sin ningún tipo de permiso, autorización o licencia, ofrecen servicios de envolver las maletas. Un servicio irregular y, aseguran los expertos, inútil en la protección de las maletas que deben ser embarcadas en vuelos largos. 

Durante cinco días se desplegaron agentes policiales para identificar a las personas que realizan esta actividad pirata para, según han explicado desde la Policía Nacional y los Mossos d'Esquadra, poner fin a los enfrentamientos y agresiones que estaban causando particulares que ejercían tareas de retractilado de maletas piratas. Ninguna de las personas que hace esta tarea a turistas, a veces a precios abusivos, tenía permiso de AENA, la gestora del aeropuerto, para hacerlo. Esta actividad solo la puede realizar una empresa, que sí tiene el permiso y la licencia para hacerlo. Además de competencia desleal, en los últimos meses se habían registrado también enfrentamientos entre los mismos embaladores para controlar y ganar el territorio en la Terminal T-1 del aeropuerto de Barcelona.

Cuatro detenidos

Como resultado de esta operación, la Policía Nacional y los Mossos d'Esquadra han realizado diecisiete identificaciones y se han detenido a cuatro personas por incumplimiento de la ley de extranjería y se han intervenido más de 20 rollos de embalaje. Por parte de la Inspección de Trabajo de la Generalitat se han incoado cuatro expedientes sancionadores por infracciones administrativas. Se da la circunstancia de que varias de estas personas no tenían permiso de residencia y trabajo, por lo que su situación administrativa en España era irregular. Tras saturar el espacio, identificar a varios de los embaladores y haber detenido a cuatro durante cinco días seguidos, la semana pasada, la policía asegura que se ha podido recuperar la normalidad en la zona, evitando las peleas y la presión a los turistas y transeúntes