Portbou, por hacer frontera con Francia y haber quedado relegado a un segundo plano en las conexiones con el país galo, se ha convertido en la nueva gran ruta férrea de fuga para delincuentes. La Policía Nacional, concretamente en su Unidad de Extranjería de Portbou, intercepta a decenas de personas extranjeras al año que intentan salir de España tras haber cometido varios delitos y contar con numerosos antecedentes para hacer borrón y cuenta nueva. Evitan las grandes autopistas por La Jonquera, por ejemplo, o los accesos en AVE hacia Marsella o Lyon. Tanto es así que los agentes que inspeccionan los convoyes que unen Barcelona con Cerbère han detenido a cuatro individuos buscados en un solo día.

Los agentes de la Policía Nacional interceptaron en la estación de Portbou a cuatro individuos, algunos jóvenes y otros no tanto, a los que les constaban órdenes judiciales de ingreso en prisión. En su mayoría, estaban reclamados por delitos de hurto, estafa y sustracción de vehículo a motor por diferentes juzgados del territorio español. Según han explicado fuentes policiales a ElCaso.com, se trata de tres hombres, de 31, 42 y 45 años y todos de nacionalidad marroquí, y un joven de 29 años, de nacionalidad española, pero de origen gambiano, que utilizaban el tren para escapar de la justicia y borrar el historial delictivo mudándose a otro país europeo. 

Cuatro detenidos en un solo día en Portbou, antes de huir a Francia

Los cuatro fueron detenidos en un solo día durante el pasado mes de septiembre en la estación de Portbou. Los tres ciudadanos marroquíes están acusados, uno de hurto por un Juzgado de Valencia, otro por la sustracción del vehículo a motor y por fugarse en Alicante y el último estaba reclamado por un tribunal de Barcelona para que ingresara en prisión, según han explicado fuentes policiales a este medio. Por otro lado, el cuarto, el joven de 29 años, estaba buscado por un Juzgado de Zaragoza por estafa.

La Policía Nacional los arrestó el mismo día antes de que pudieran cruzar a lado francés, dado que no existe propiamente una frontera al estar dentro del espacio Schengen europeo y existir la libre circulación de personas. Lo que sí hay, especialmente por la Unidad de Extranjería, es un control expreso en los lindes entre Estados, por lo que los delincuentes multirreincidentes utilizan vías secundarias como la de tren de Portbou para intentar huir.