Los policías tienen muy interiorizado su deber de proteger la seguridad de la ciudadanía y acabar con la delincuencia. Este es el caso de un agente de la Policía Nacional de Zaragoza que, aprovechando sus vacaciones de verano, la semana pasada estaba pasando unos días en Salou (Tarragona). El hombre estaba tomando el sol en la playa con su familia cuando vio un hombre que estaba cogiendo varias mochilas de la arena aprovechando que sus propietarios no estaban. El hombre, en una actitud muy nerviosa, miraba a ambos lados después de sustraer los objetos, hecho que levantó las sospechas del policía.
Posteriormente, el agente vio cómo unos metros más allá el ladrón dejaba las mochilas en el suelo, empezaba a registrar el interior y cogía los objetos que creía que podían tener cierto valor económico. Para que no lo pillaran con ellos, el hombre se guardó los objetos sustraídos en el interior del bañador, concretamente en la zona genital. Después se marchó corriendo en dirección al paseo marítimo de la capital de la Costa Dorada, uno de los principales destinos turísticos de los ciudadanos de Aragón.
Detenido con la ayuda de un policía local
El agente de la Policía Nacional de Zaragoza empezó a perseguir al ladrón de manera cautelosa para que no lo detectara. Al cabo de unos minutos de seguimiento, el agente se encontró con un compañero de la Policía Local y, después de identificarse como agente de la autoridad, le pidió que lo acompañara para poder identificar y detener al ladrón. Al registrarlo, los agentes encontraron que llevaba escondidos teléfonos móviles, auriculares inalámbricos, relojes y varias carteras, motivo por el cual lo acabaron deteniendo como presunto autor de varios hurtos. El ladrón fue trasladado a la comisaría de los Mossos d'Esquadra y los objetos robados se devolvieron a sus legítimos propietarios.