Un vecino de Martorell (Barcelona) le provocó un buen quebradero de cabeza a la Guardia Civil el pasado 20 de febrero. El hombre, de 36 años, había perdido todos los puntos del carnet de conducir desde el 2017, pero seguía poniéndose al volante a pesar de tenerlo prohibido. El viernes, sin embargo, fue pillado después de cometer una infracción de tráfico mientras circulaba por la autopista AP-2, por la zona de Fraga, en la Franja de Ponent. Los agentes de la Benemérita comprobaron que no tenía el carnet en vigor y lo denunciaron por un delito contra la seguridad vial, inmovilizaron su coche y se lo llevaron. La historia, sin embargo, no quedó aquí.
Dos horas más tarde, una persona autorizada por el denunciado se personó ante la Guardia Civil para hacerse cargo del turismo. Nadie pensó que el hombre que habían pillado cometiendo tan clara infracción volvería a desafiar a la policía, pero así fue: solo una hora más tarde, la misma patrulla lo volvió a identificar en un control en la carretera N-211.
Tenía un carnet de conducir de Portugal para evitar las multas
Los agentes lo pararon nuevamente, denunciándolo por el mismo delito. Para asegurarse de que no volvía a intentarlo una tercera vez, inmovilizaron el coche definitivamente y lo pusieron a disposición de la autoridad judicial competente. Los agentes de la Guardia Civil de Fraga indagaron un poco más y comprobaron que el hombre había obtenido un carnet de conducir en Portugal con el objetivo de evitar multas y sanciones; pero había cometido el error de pensar que con eso tendría suficiente para poder volver a conducir sin problemas. Y es que, en la Dirección General de Tráfico (DGT), sigue figurando como ha perdido la vigencia del carnet, así como la pérdida de todos los puntos de este. Con todo, las diligencias fueron trasladadas al Juzgado de Instrucción en funciones de guardia de Fraga, donde se tiene que personar el investigado cuando sea citado a declarar.