Normalmente, se dice que a la tercera va la vencida, pero para un grupo de ladrones ha sido todo lo contrario. Después de dos robos exitosos en Sant Esteve Sesrovires y en Barberà del Vallès, los Mossos han cazado a los delincuentes in fraganti cuando iban de camino a completar el triplete. Los detenidos, cuatro hombres de entre 37 y 45 años, que acumulaban 23 antecedentes entre ellos, han sido atrapados en Sabadell, en el Vallès Occidental, donde escondían las herramientas que utilizaban para sus robos con fuerza, delitos por los que se ha acusado a los cuatro. En su habitual exceso de celo, los Mossos d'Esquadra no han revelado la nacionalidad de los detenidos.

La detención fue el día 16 de octubre, pero los hechos empezaron antes, el día 9, cuando los Mossos de Martorell recibieron una alerta que les avisaba del primer robo del grupo. Agentes de seguridad ciudadana fueron hasta el polígono industrial de Sant Esteves Sesrovires después de ser avisados para intentar atrapar a los ladrones y, gracias a los controles que hicieron en las vías de acceso, identificaron a un hombre dentro de un vehículo que iba con la ropa sucia de barro y hierbas. Cuando se le preguntó qué hacía allí, el sospechoso no supo explicarlo claramente, por lo que los agentes empezaron a indagar.

Seguidos y atrapados

Gracias a la investigación, pudieron ubicar el vehículo del hombre sospechoso en un camping de Pineda de Mar, en el Maresme, y empezaron a hacer algunos seguimientos discretos que les permitieron descubrir que cada día subían al vehículo por la tarde y no volvían hasta la madrugada siguiente. Según explica el cuerpo de Mossos, los ladrones se iban a planear sus robos de forma minuciosa, trazando un buen plan, buscando una vía de entrada y huida y asegurándose de que todo el mundo entendiera perfectamente la tarea que tenía que hacer, ya que, cuando robaban, todos tenían un rol específico a cumplir, cosa que les ayudaba a ser más rápidos y eficientes.

Los policías también descubrieron que los ladrones escondían las herramientas que utilizaban para robar en una zona boscosa en Sabadell, ya que de este modo solo las tenían encima mientras robaban y podían guardarlas después para no dejar pruebas. Mientras investigaban, los ladrones cometieron un segundo robo con fuerza, esta vez en Barberà del Vallès, lo que confirmó las sospechas de los Mossos sobre el modus operandi.

Finalmente, el 16 de octubre los agentes los atraparon in fraganti en Sabadell, justo cuando salían del espacio donde escondían las herramientas, de camino a un nuevo robo. Los cuatro fueron detenidos en ese momento, acusados de dos delitos de robo con fuerza y pasaron a disposición judicial en el juzgado de guardia de Sabadell.