Los Mossos d'Esquadra detuvieron el pasado 13 de marzo al presunto autor de diez robos violentos en farmacias situadas en los distritos de Sarrià – Sant Gervasi, Eixample y Horta - Guinardó de Barcelona, así como otro en grado de tentativa en Terrassa (Vallès Occidental). El hombre, de 59 años, fue pillado por la policía catalana mientras intentaba huir en ferrocarril en la estación de Sarrià, y ha ingresado en prisión después de pasar a disposición judicial.

Robos a punta de pistola

El detenido siempre actuaba de la misma manera. Después de asegurarse de que en el interior de las farmacias solo estaban los trabajadores, entraba ocultando el rostro con un pasamontañas, y amenazaba a los farmacéuticos con una pistola simulada. Casi todos los robos los efectuó a punta de pistola, aunque en algunas ocasiones también esgrimió un arma blanca.

Una vez en el interior de las farmacias, amenazaba de muerte a los empleados y les obligaba a vaciar las cajas registradoras, llevándose todo el dinero que encontraba dentro. El primero de los hurtos lo cometió en julio del pasado año, en una farmacia de la calle de Aribau, en el distrito de Sarrià. Al día siguiente lo volvió a intentar en Terrassa, pero en esta ocasión no se pudo hacer con el dinero, y acabó huyendo.

Durante todo el verano del año 2022, hasta septiembre, el ladrón atracó tres farmacias más de Sarrià, robando un total de 4.800 euros. Reanudó su actividad delictiva a inicios del 2023, cometiendo cinco robos violentos más en Sarrià, Eixample y Horta – Guinardó.

Detenido en los ferrocarriles

Durante la noche del pasado 13 de marzo robó nuevamente en una farmacia de Sarrià, llevándose unos 100 euros después de haber intimidado a la trabajadora con el arma de fuego simulada. La farmacéutica alertó los Mossos d'Esquadra, quienes pusieron en marcha un dispositivo de búsqueda para encontrarlo; aunque intentaba esconder la cara, casi todas las víctimas le habían podido describir e identificar. Finalmente, en torno a las nueve de la noche, los agentes le localizaron en el interior de un convoy de un ferrocarril en la estación de Sarrià, que justamente había cogido en aquel instante con la intención de huir hacia Terrassa.

Los agentes de paisano de la estación de Les Planes, en Vallvidrera, le pudieron detener. Después de registrarlo le requisaron 500 euros en efectivo, la pistola que utilizaba para cometer los robos y parte de una hoja de un cutter. Después de ponerlo a disposición judicial, fue condenado a prisión.