Cuatro chicas han perdido la vida este domingo de madrugada en un accidente de tráfico en el cual se ha visto involucrado otro vehículo, en el término municipal de Collado Villalba, en Madrid. Las jóvenes, de 26, 16, 15 y 13 años, han quedado atrapadas entre la chatarra después de la colisión, y al excarcelarlas solo han podido confirmar su muerte. La conductora del otro turismo, de 30 años, también ha tenido que ser rescatada por los Bomberos, y ha sido trasladada con pronóstico grave al Hospital Puerta de Hierro de Majadahonda, con una contusión pulmonar y fracturas lumbares. La Guardia Civil se ha hecho cargo del caso y ha abierto una investigación para averiguar las causas exactas de este accidente.

Volvían de las fiestas del pueblo

Según informaciones policiales, la joven de 26 años, que conducía uno de los dos vehículos, perdió el control de este, por motivos que todavía están por aclarar, y dio dos o tres volantazos que hicieron que el coche invadiera el otro carril por donde circulaba el otro turismo con el que chocaron frontalmente. La joven había ido a recoger a su hermana y a dos amigas de esta, que habían pasado la noche disfrutando de las fiestas de Collado Villalba, y estaban volviendo a su localidad, Moralzarzal, situada a pocos kilómetros.

El servicio de emergencias ha recibido el aviso del accidente cuando faltaban diez minutos para las seis de la mañana. Hasta el lugar se han desplazado patrullas de la Guardia Civil, cuatro dotaciones de los Bomberos y varias ambulancias del SUMMA112. Las cinco víctimas del siniestro habían quedado atrapadas entre la chatarra de los respectivos coches, y los bomberos han trabajado para excarcelarlas lo antes posible. No obstante, para cuándo consiguieron rescatar a las cuatro jóvenes, estas ya habían entrado en parada cardiorrespiratoria que los sanitarios no han podido revertir, a pesar de las maniobras de reanimación que han llevado a cabo.

A estas alturas el caso está bajo investigación policial. Los agentes de la Guardia Civil esperan poder averiguar pronto qué ha hecho que la joven perdiera el control del coche. Mientras tanto, los servicios de emergencia han puesto a disposición de las familias un servicio de atención psicológica para asistirlas a ellas y al entorno más próximo de las víctimas.