Un nuevo intento de estafa con criptomonedas acaba con agresiones en un hotel de Madrid. Cuatro hombres, que ahora han sido detenidos por la Policía Nacional, asaltaron, presuntamente, con una arma blanca a un empresario con el que se habían citado para explicarle un nuevo método de inversión de criptomonedas. Los hechos sucedieron este mes de julio, cuando la víctima quedó con uno de los individuos, que hacía de intermediario, para que le enseñara nuevos métodos de inversión digital, según ha informado la Jefatura Superior de Policía de Madrid. El problema se inició al llegar a la habitación del establecimiento, con las dos víctimas y el supuesto experto. Una vez en el interior, amenazaron y agredieron al empresario y su acompañante.

Agresión en la cara y en el cuello y robo de 25.000 euros en efectivo

La habitación había sido reservada unos minutos antes. Según ha relatado La Vanguardia de fuentes policiales, un grupo de hombres saltaron sobre el empresario y su acompañante con gran violencia. Incluso llegaron a agredirlos con una arma blanca en la cara y en el cuello. Ambos consiguieron dejar atrás a los atacantes y escaparon del hotel. Sin embargo, les robaron una bolsa con 25.000 euros en efectivo que llevaba en aquellos momentos, por lo que parece para hacer las supuestas inversiones en criptomonedas.

La investigación policial empezó en julio y ha permitido identificar a cuatro de los cinco hombres que estarían involucrados en la estafa de inversión en criptomonedas. De hecho, los arrestados habrían huido corriendo. En el exterior del hotel les esperaban dos hombres que también participaban en esta coacción. Uno vigilaba y el segundo estaba en el aparcamiento en caso de necesitar huir por complicaciones durante el chantaje.

Los detenidos han pasado a disposición judicial por los delitos de robo con violencia, lesiones y pertenencia a una organización criminal. Dos de ellos, los que presuntamente se pelearon a navajazos con las dos víctimas, están acusados también de un delito de homicidio en grado de tentativa. Este caso demuestra, además, que más allá de las estafas de criptomonedas virtuales, que ya se han convertido en tradicionales, ahora también se empiezan a dar físicamente.