La comisaría de los Mossos d'Esquadra del Prat de Llobregat, en la avenida del Onze de Setembre, está tocando, a medio minuto andando, de la calle del río Anoia, la calle donde el miércoles los investigadores de la comisaría desmantelaron un narcobloque donde dos clanes familiares de etnia gitana, los Extremeños y los Castro, que habitan en Sant Cosme, utilizaban para producir marihuana. Los Mossos detuvieron a seis personas y desarticularon más de una docena de plantaciones de interior de un bloque con la luz pinchada.
No es la primera vez que los Mossos atacan estas plantaciones de marihuana de estos dos clanes, pero nunca se había hecho como hasta esta semana, con entradas en diferentes pisos del bloque que después de quedar vacíos fueron tapiados por parte del Ayuntamiento del Prat de Llobregat para evitar que volvieran a ser ocupados. Los mismos pisos fueron asaltados el mes de noviembre, pero los miembros de estos clanes los volvieron a ocupar.
Piedras contra la comisaría de los Mossos
Como respuesta, esta noche, del jueves al viernes, un grupo de unas 30 personas que viven en esta barriada del Prat de Llobregat han intentado asaltar la comisaría de los Mossos. Se han hecho lanzamientos de piedras desde las doce de la noche y casi hasta la cinco de la madrugada, se han generado disturbios y se han encendido contenedores de basura de la zona. Para intentar evitar el asalto, los Mossos han tenido que desplegar agentes de orden público del ARRO y de la Brimo.
Aunque los Mossos tienen identificados a la mayoría de los autores de los disturbios, se ha decidido priorizar poner punto final a los disturbios y no hacer detenciones. Fuentes de la policía catalana también han explicado que los autores de los incidentes son personas peligrosas, que quieren imponer su ley en el barrio y que incluso pueden ir armados, un hecho que hizo necesario extremar todas las precauciones posibles. La policía ha abierto una investigación para los disturbios y se espera que se puedan localizar y detener a los autores de los incidentes durante los días que vienen.
Nueva noche con refuerzo policial
Esta noche del viernes los Mossos temen que los alborotadores vuelvan a intentar atacar la comisaría de los Mossos d'Esquadra y desde primera hora de la tarde se ha reforzado la presencia policial en torno a la comisaría, que se encuentra a menos de 100 metros de los pisos que servían de escondite de plantaciones de marihuana. Se han hecho controles de carretera en la entrada en el barrio, hay agentes con armas largas en el exterior de la comisaría y durante la noche se desplegarán agentes del ARRO para repeler, si se producen, nuevos incidentes.