Los furtivos no descansan por Navidad. Los Agents Rurals han interceptado y denunciado a un cazador furtivo, especializado en pájaros fringílidos, en Sant Joan Despí (Barcelona). No es la primera vez que denuncian a alguien por caza ilegal de este tipo de aves en Catalunya, de hecho las técnicas son muy diversas: desde trampas de visco, redes japonesas o, como en este último caso, con ballestas. Cabe recordar que en España casi todas las aves fringílidas, como los jilgueros, los pinzones, los verderones o los canarios, están protegidas y consideradas por normativa como especies no cinegéticas, lo cual implica que no se pueden capturar si se encuentran en libertad en la mayor parte del país.

Pájaros intervenidos en Sant Joan Despí AR
Pájaros intervenidos en Sant Joan Despí / Agents Rurals

Los Agents Rurals han pillado, ahora, a un nuevo cazador de fringílidos y lo han denunciado en Sant Joan Despí. Los agentes, además de la correspondiente denuncia, han intervenido un total de veinte aves. Los pájaros que han encontrado muertos en las trampas, así como las 23 ballestas que había colocado el supuesto furtivo para capturarlo, son un petirrojo, nueve pinzones, ocho colirrojos tizones y un aguzanieves o lavandera blanca.

Los jilgueros, las principales víctimas de la caza ilegal de pájaros en Catalunya

Los últimos meses se han realizado diferentes actuaciones de diferentes cuerpos que se encuentran en territorio catalán para intentar acabar con la caza ilegal de fringílidos. Sin embargo, han vuelto a caer en trampas que, en muchos casos, los hacen agonizar hasta la muerte. Es el caso del pasado noviembre, en el que los Agents Rurals identificaron y denunciaron a dos individuos por capturar aves con el método de varitas con visco, unas artes de caza totalmente prohibidas, en Prats de Lluçanès (Barcelona). Las viscosas varitas se adhieren a las patas o las plumas y la agonía empieza, sin que el animal, a pesar de hacer todos los esfuerzos posibles, pueda escapar.

Por oto lado, también se dio un golpe muy importante contra los cazadores de jilgueros, una de las principales víctimas de los furtivos en Catalunya, en Corbins (Lleida), a los cuales cazaban con el método de las redes japonesas, completamente ilegal, en un campo de girasoles. En este caso, hallaron 44 ejemplares, ocho de los cuales ya habían muerto en las trampas y denunciaron penalmente a un hombre por capturar más de una cuarentena de pájaros de especies protegidas.