Si hace unos días se conocían que liberaban más de cien jilgueros y otros pájaros en El Vendrell, ahora han intervenido una trampa de caza de aves protegidas en Corbins (Lleida). Los Agents Rurals han denunciado penalmente a un hombre por capturar más de una cuarentena de pájaros de especies protegidas con métodos ilegales, como las redes japonesas, en un campo de girasoles del municipio ilerdense de Corbins. De hecho, esta cantidad de jilgueros, verderones, gorriones comunes y pardillos comunes encontrados por los agentes, un total de 44 ejemplares, es la que se conoce después de que los agentes lo pillaran in fraganti, pero podría haber muchos más.
Los Agents Rurals pillaron el furtivo cuando retiraba 44 ejemplares protegidos de jilgueros, verderones, gorriones comunes y pardillos comunes que habían quedado atrapados, ocho de los cuales ya habían muerto, por las redes japonesas. Los pájaros que habían sobrevivido fueron trasladados al Centro de Recuperación de Fauna de Vallcalent del departamento de Territori, Habitatge i Transició Ecològica de la Generalitat para su protección y recuperación. Muy probablemente, como al caso de El Vendrell hace unos días, serán liberados en unos meses en el entorno natural.
El furtivo, denunciado, y los tres ayudantes son menores e inimputables
La operación de rescate de los pájaros protegidos en Corbins la han llevado a cabo efectivos del Segrià y del Grupo Especial de Venenos y Antifurtivismo (GEVA) de los Agents Rurals. Los agentes han denunciado penalmente al hombre por un delito contra la fauna y las dos redes han sido decomisadas. Pese a ello, el supuesto furtivo tenía la ayuda de tres menores de edad que, al tener menos de 14 años, no son imputables penalmente.
Los Agents Rurals han recordado que la captura y comercio de pájaros fringílidos está totalmente prohibida. Por su tenencia se tiene que disponer de una de autorización excepcional y los ejemplares tienen que estar identificados con anillas oficiales de la Generalitat. Además, el artículo 336 del Código Penal determina que las redes japonesas son métodos de caza ilegales al ser sistemas de caza masivos y no selectivos y su uso es un delito penal contra la flora y la fauna.