Empieza el juicio contra un padre acusado de prostituir a su hija menor de edad: la joven, que actualmente tiene 21 años, explica que su padre la obligó a prostituirse cuando tenía 16 años, en Valencia.
Todo empezó en un bar de Valencia
Todo empezó cuando la menor tenía 15 años: el acusado, a quien se le piden ocho años de cárcel por un presunto delito de explotación sexual y corrupción de menores, trabajaba de manera esporádica y sin contrato en un bar de Valencia. El padre de la víctima, presuntamente, cuando tenía 15 años, la obligaba hablar y a reunirse con hombres del bar.
Pero el infierno de la menor empezó cuando cumplió los 16 años: según explica ella misma en el juicio, su padre le decía que a los 16 años, en Bolivia, su país de origen, "una chica ya es una mujer" y que por este mismo motivo, tenía que tener relaciones sexuales con los clientes del bar.
Obligada a prostituirse por su propio padre
Por si no fuera poco, la joven explica que su padre la obligaba a prostituirse aproximadamente quince veces al mes durante dos años y que los clientes pagaban al padre de la menor para poder violarla. "Yo accedía porque tenía miedo. Mi padre me decía que si no lo hacía me mataría a mí y a mi madre y a mi hermana", comenta la chica al juicio.
Tenía que tener sexo en contra de su voluntad
El proxeneta, su propio padre, la obligaba a vestirse con ropa sensual y a hacer absolutamente todo lo que quisieran los hombres que pagaban para tener sexo con ella en contra su voluntad. De hecho, en algunas ocasiones, también la obligaban a emborracharse hasta perder el conocimiento, según explica ella misma. De hecho, uno de los explotadores sexuales, también la obligaba a ir a reuniones de trabajo haciéndola pasar por su novia.
La situación que vivió fue tan extrema, que se intentó suicidar varias veces y desarrolló un trastorno de la conducta alimentaria. De hecho, el trauma que ha vivido es tan grande, que, años después de los hechos, sigue tomando medicación y sigue yendo al psiquiatra.
Delito de prostitución, explotación sexual y corrupción de menores
El acusado, que ya tiene antecedentes por violencia de género, asegura que su hija se lo ha inventado para conseguir que le dé dinero para comprarse una casa. Se le acusa de un delito de prostitución, explotación sexual y corrupción de menores y piden una pena de 8 años de prisión y la prohibición de trabajar con menores en 12 años.