El falso radar Medusa: realmente es un sonómetro, pero es más ilustrativo utilizar la palabra radar, aunque en realidad esta hace referencia a la velocidad. El nombre medusa, además, tiene una connotación especial por el hecho de tener la capacidad de controlar todo lo que sucede a su alrededor, dado que reconoce los ruidos por encima del límite legal estipulado, y la forma exterior que tiene el aparato: con cinco micrófonos y una fisonomía muy similar al animal marino. En estos momentos, este nuevo elemento para sancionar se ha probado por primera vez en Barcelona, concretamente en la C-31. Pero tranquilos, está en periodo de pruebas y no pondrá multas. Este test piloto espera ser el inicio de un nuevo sistema que permita rebajar los límites de ruido en ciudades y vías de mucho tráfico en el territorio, dado que es capaz de escanear todo tipo de sonidos hasta diez veces por segundo.

Límites de ruidos permitidos

El ruido en los entornos urbanos se ha convertido en un problema recurrente, aunque no solo lo hacen los vehículos, pero son los más fáciles de detectar por las máquinas en estos momentos. La Agencia Europea del Medio Ambiente asegura que en el continente mueren de forma prematura unas 16.600 personas a causa de los disturbios a las calles y de otras vías. En España se calcula que la cifra llega a las 1.100. De hecho, tanto el estado como la Unión Europea tiene unos límites máximos permitidos de ruidos muy superiores a los recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

La OMS recomienda un máximo de 40 decibelios (dB) en las zonas urbanas y residenciales, mientras que en Europa nos conformamos con 55 dB por la noche, tal como estipula en España el Real Decreto 1367/2007 que desarrolla la ley 37/2003, de 17 de noviembre, del ruido. Respecto de los coches, la normativa reguladora por la que se rige la Dirección General de Tráfico (DGT) estipula que un coche nuevo tiene que emitir un mínimo de 56 dB y un máximo de 75 dB. Es decir, que según la organización mundial estaría en cualquier caso por encima de los límites recomendados.

Por ello, según cómo se regulen estos radares medusa, la sanción económica podría ser casi segura. Todo depende de dónde se fijen los límites. En Barcelona, los planes del ayuntamiento de la ciudad es de instalar al menos 11 sonómetros en lugares donde el ruido del tráfico podría suponer un problema para los ciudadanos y así identificar los vehículos y sancionarlos. Como esperan empezar a hacer en Francia próximamente, donde las multas se iniciarán en 135 euros en todos los coches, furgonetas, motos o camiones que superen los 90 dB.