Existen decenas de ciberestafas que pretenden robarnos los datos personales o el dinero del banco. El camino que tienen los delincuentes para llegar hasta potenciales víctimas pueden ser diversos, pero uno de los más utilizados son las redes sociales. En este sentido, ya empieza a ser habitual que de repente nos encontremos un mensaje en WhatsApp, en Telegram o en Instagram de un desconocido que nos intenta persuadir para caer en la trampa, muchas veces con la posibilidad de ganar dinero fácil y rápido. Esto es lo que buscan, por ejemplo, con una estafa en la que te ofrecen un sueldo solo por dar me gusta o seguir algunos perfiles, tal como están alertando desde los cuerpos policiales.
Para poder hacerle creer a la víctima que no se trata de una estafa y que es una oferta de trabajo real, pueden llegar a hacer los primeros pagos, siempre de cantidades no muy elevadas, pero rápidamente lo dejan de hacer. Su objetivo era desde un principio conseguir los datos bancarios de la víctima, que esta le facilita para que le ingresen el dinero. Con esta información a su alcance, sin embargo, no solo pueden ingresar dinero en la cuenta corriente, sino que también pueden sacar o pueden abrir otras cuentas bancarias con los datos personales de la víctima.
Hay que sospechar del dinero fácil y rápido
En este tipo de casos, cuando un desconocido abre una conversación ofreciendo dinero fácil, más vale sospechar, ignorarlo y borrarlo sin hacerle caso. A veces también lo pueden hacer a través de un grupo con otras personas, muchas de ellas diciendo que también lo han hecho y no es una estafa, pero se trata de cómplices que también forman parte del juego para intentar hacer caer a la víctima en el engaño. El dinero fácil y rápido, por mucho que llame la atención, no suele ser real y, en casos así, te acaba dejando sin el que ya tenías y con una deuda muy elevada.