El buque Ángeles Alvariño sigue prorrogando su estancia para acabar de resolver el caso de las niñas de Tenerife. Una ardua tarea que no está siendo nada fácil a nivel técnico. Ahora empiezan a faltar recambios para el robot subacuático que encontró el cuerpo de Olivia y que debería encontrar los de Anna y Tomás Gimeno.
La búsqueda de Tomás Gimeno y Anna se complica
Si bien el caso de la desaparición de las niñas de Tenerife hace semanas que se convirtió en un asesinato enmarcado en violencia de género, la búsqueda subacuática del cuerpo de Tomás Gimeno y Anna, la niña pequeña, de un año, se complica.
El buque Ángeles Alvariño, cedido hace más de un mes por el Instituto Español de Oceanografía, ha prorrogado varias veces ya su estancia en aguas tinerfeñas, dejando de lado sus tareas y misiones para la ciencia. A pesar del esfuerzo del personal, a quien incluso la madre, Beatriz Zimmermann, agradeció su trabajo, ha habido varios problemas técnicos.
Se agotan los recambios del robot acuático del 'Ángeles Alvariño'
Este barco no está pensado para tareas alargadas en el tiempo, y su robot acuático, el Liropus 2000, empieza a tener limitaciones. Y es que tras tanto tiempo de búsqueda y después de superar problemas meteorológicos e irregularidades en el fondo marino, los recambios para que el aparato siga funcionando se empiezan a agotar.
Así lo ha explicado el jefe Técnico del Liropus, José Cubeiro, en El programa de verano para contar el porqué de la parada de esta madrugada en la búsqueda.
Según este ha sido solo una escala técnica y para hacer un cambio de tripulación. Sin embargo ha explicado que los recambios del robot Liropus 2000 se están agotando.
Sin rastro del padre y la pequeña de las niñas de Tenerife
Cubeiro ha asegurado que el funcionamiento de la maquinaria es óptimo, aunque no se le estén realizando las mejores labores de mantenimiento posibles porque el trabajo está siendo muy intenso.
El Liropus 2000 es un robot submarino dirigido a distancia que puede sumergirse hasta 2.000 metros de profundidad en el mar para recuperar un objeto detectado. Así fue con el cuerpo de Olivia, la hermana mayor, de seis años.
Aunque las probabilidades de recuperar los cadáveres de Gimeno y su hija Anna son cada día menores, Cubeiro ha asegurado que seguirán trabajando a órdenes de la Guardia Civil y buscarán en la zona delimitada.
También se están buscando alternativas privadas para seguir las tareas del buque en caso de no poder aplazar más los compromisos y tener que abandonar la investigación.