El informe forense sobre la autopsia de Olivia Gimeno Zimmermann, la niña de seis años que desapareció junto a su hermana, Anna, y su padre, Tomás Gimeno, en Tenerife, revela la causa de la muerte.
Si bien ya se sabía que el motivo biológico había sido un edema de pulmón, se ha podido confirmar ahora que fue una "muerte violenta" y que Gimeno la estranguló mortalmente antes de tirarla al mar.
Revelada la autopsia de Olivia, una de las niñas de Tenerife
Así ha concluido el informe forense este jueves, que ya ha trasladado los resultados definitivos de la autopsia de Olivia al Juzgado de Violencia sobre la Mujer número 2 de Santa Cruz de Tenerife.
Tal y como detalla el documento, la niña murió entre las 19.54 y las 21.00 horas del 27 de abril de 2021, el mismo día en que su padre, Tomás Gimeno, la secuestró junto a su hermana Anna, de un año, para matarlas.
Por lo tanto, la principal conclusión es que Olivia fue arrojada al mar -metida en un macuto de deporte y atada al ancla del barco en que desaparecieron- ya muerta.
Este hecho se extiende a la hipótesis de que la otra niña, de un año, muriese de la misma forma, aunque la bolsa de deporte en la que se sospecha que estaba su cuerpo fue encontrada ya abierta y vacía.
Tomás Gimeno la estranguló mortalmente antes de tirarla al mar
También se resuelve que la pequeña sufrió una "muerte violenta" y que la causa fundamental es compatible con un mecanismo de asfixia mecánica por sofocación que le produjo un edema agudo de pulmón. Es decir, que Tomás Gimeno la estranguló mortalmente antes de tirarla a mar.
Su cuerpo fue encontrado en el fondo del mar, a más de mil metros de profundidad, casi dos meses más tarde de la denuncia de la madre, Beatriz Zimmermann.
El 10 de junio, el buque oceanográfico cedido por el Instituto Español de Oceanografía, el Ángeles Alvariño, topaba con una manta y una bombona de oxígeno pertenecientes a Tomás Gimeno, el padre y asesino, legalmente desaparecido en la actualidad.
Poco después se encontraba el ancla del barco personal de Gimeno, en el que había huido con las niñas, amenazando a su expareja y madre de las niñas de que nunca las volvería a ver.
Atadas al ancla había dos bolsas de deporte y en una de ellas se descubrió el cuerpo de Olivia. La otra, en la que supuestamente se encontraba el cadáver de Anna estaba abierta y vacía, y de momento el cuerpo no se ha encontrado.
Sin rastro de sustancias tóxicas en el cuerpo de Olivia
Según la reconstrucción de los hechos del juzgado que instruyó la causa, a la hora en la que se produjo la muerte de Olivia, ella y su hermana estaban en la casa de su padre en Igueste de Candelaria, Tenerife. Esta finca se registró en numerosas ocasiones con perros adiestrados, sin resultado.
Varios envases de narcóticos hicieron saltar las alarmas, pero la autopsia no ha detectado en los análisis de sangre, líquido pericárdico y contenido gástrico la presencia de ninguna "sustancia de interés toxicológico".