Cuando llegan fechas señaladas como cumpleaños o Navidad, los abuelos suelen regalar dinero a sus nietos, un acierto seguro. Lo que también es seguro es que Hacienda controla todas las transacciones tanto bancarias como las hechas por Bizum y los ingresos en efectivo. El afán de la Agencia Tributaria de evitar delitos como fraude fiscal, blanqueamiento de dinero y evasión de impuestos no perdona las transferencias o préstamos hechos entre familiares, por lo que se tiene que ir con cuidado para no incurrir en un delito.

No hay que alarmarse, sin embargo, ya que Hacienda no controla a todas y cada una de las transferencias que le hacemos a nuestros familiares después de una comida todos juntos. La cantidad a partir de la cual las entidades bancarias están obligadas a informar a Hacienda es de 6.000 euros, y sólo si la persona que recibe la transferencia no lo ha notificado con anterioridad. En caso de que el banco detecte algún tipo de irregularidad fiscal, aunque la cifra no llegue a los 6.000 euros, tendrá que notificar a las autoridades fiscales para que intervengan.

Se tendrá que incluir en la declaración de la renta

Por otra parte, si la cantidad sobrepasa los 10.000 euros, la Agencia Tributaria estará obligada a iniciar un proceso de inspección durante el cual tanto la persona que ha hecho la transferencia como el destinatario del dinero tendrán que justificar el depósito, e incluirlo en sus respectivas declaraciones fiscales. En caso de no hacer esto último, la multa puede subir hasta el 25% del valor de la transferencia realizada.

Otro aspecto a tener en cuenta es el impuesto de sucesiones y donaciones. En este caso, cada comunidad autónoma será la encargada de determinar la cantidad que se tendrá que pagar en concepto de impuesto, que no habrá que pagar si se trata de un préstamo. El beneficiario del dinero tendrá que presentar las autoliquidaciones en un plazo máximo de 30 días desde el momento que recibe el dinero, pero esta acción no comportará ningún tipo de cargo a favor de Hacienda. En caso de recibir dinero en efectivo, sonará la alarma en las oficinas de la Agencia Tributaria si el ingreso supera los 3.000 euros. Lo mismo pasa en caso de ingresar billetes de 500 en el cajero automático.