La investigación de los Mossos tendrá que aclarar qué pasó este miércoles por la mañana en Les Lloberes, dos masías casi conectadas, al término municipal de Les Llosses, en el Ripollès, pero junto a Sant Jaume de Frontanyà, en el Berguedà. Un hombre, Mustafa, abrió fuego con una escopeta de perdigones contra su vecino, un hombre de unos 25 años. Disparó desde la valla de su casa, desde unos treinta metros, y la lluvia de 40 perdigones impactaron de manera superficial sobre el vecino, que ha tenido que ser trasladado, pero leve. Cuando los Mossos llegaron, no obstante, el autor del disparo, lejos de entregarse, se escondió en su casa, una masía muy antigua que hace años que ocupa, y se negó a dejar ser detenido.

 

Los Mossos desplegaron en la zona varios efectivos, también agentes del ARRO, e intentaron negociar con el hombre a fin de que se entregara, pero no lo hizo. Viendo que el hombre no tenía ninguna intención de dejarse detener, que iba armado y que ya había utilizado la escopeta, los Mossos activaron a los especialistas de la Unidad Central de Secuestros y Extorsiones (UCSE) para negociar con él y también efectivos del Grupo Especial de Intervención (GEI).

Se intentó de todos modos negociar con el hombre. En un primer momento se pudo hablar con él, y es cuando alertó de que no tenía ninguna intención de entregarse. Incluso, y así lo han explicado fuentes de la policía catalana a ElCaso.com, el hombre aseguró que "solo saldría muerto" de la finca. Lo repitió en varias ocasiones durante la negociación, primero con los agentes que llegaron en primer momento y después también con los especialistas negociadores de la UCSE. Los expertos en este tipo de situación intentaron explicar que era mucho mejor para él entregarse y salir, pero no ha habido manera. Cuando le llamaban al móvil, él mismo colgaba. En el exterior, se iba preparando una resolución que nadie quería, pero que cada vez, el mismo Mustafa, ponía más difícil de evitar. El Grupo Especial de Intervención, con casi una quincena de hombres, rodearon la masía y cuando la cabeza del operativo dio la orden, después de confirmar que la negociación con el hombre atrincherado era imposible, para asaltar la casa.

Mustafa recibió a los agentes del GEI de los Mossos haciendo uso de la escopeta que ya había disparado contra su vecino. Después, se pudo esconder en una estancia de la casa y allí está donde pudo ser reducido y arrestado. Durante la entrada, y para repeler el ataque, el GEI también disparó contra el hombre, que recibió cuatro impactos. Uno en el tórax, dos en el abdomen y uno en la mano. Con la situación controlada accedieron a la finca técnicos sanitarios especializados en situaciones críticas, las UIS del SEM, que estabilizaron a Mustafa y lo prepararon para ser trasladado en helicóptero. Estaba consciente y fue sedado con el fin de poder hacer el traslado hasta Barcelona. El hombre quedó arrestado por una tentativa de homicidio a la espera de poder aclarar los hechos.

 

En el mismo lugar de los hechos el SEM también atendieron a un agente del GEI que el impacto de un perdigón le había hecho uno rascada. En el momento que Mustafa abrió fuego, los perdigones se dispersaron y uno se coló por debajo del escudo balístico del operador del GEI que iba primero. Por suerte, el hombre pudo recibir asistencia sanitaria allí mismo en la finca y la herida no reviste gravedad.

¿Qué pasó antes del atrincheramiento?

Los Mossos d'Esquadra, con el grupo de homicidios del Área de Investigación Criminal (AIC) de la región de Girona al frente, investigan qué motivó el tiroteo en torno a las diez de la mañana y qué llevó a Mustafa, a un hombre de nacionalidad marroquí que hace años que vive en este lugar natural junto a Sant Jaume de Frontanyà, a esconderse en su casa y abrir fuego contra los Mossos que lo tenían que detener.

La investigación todavía no ha avanzado y será tutelada por el juzgado de Ripoll, pero la principal línea de investigación que tienen ahora sobre la mesa los Mossos d'Esquadra es un conflicto por la propiedad de la finca donde vivía Mustafa. Según ha podido saber ElCaso.com, hace un par de años a unos terratenientes alemanes compraron varias fincas diseminadas en esta zona de Les Llosses. A la mujer que vivía en la masía de Les Lloberes de Dalt, una conocida profesora de Borredà, ya la habían echado. En cambio, Mustafa no quería marcharse. Vivía de manera irregular, pero hacía muchos años, más de 20, que vivía allí, y él lo había arreglado y, aseguran los vecinos, gracias a él se aguantaba en pie. Este miércoles por la mañana, sospechan los Mossos, alguien intentó echarlo, y él respondió de la peor manera posible: disparado contra el vecino.

Dos santitaris de las UIS del SEM, accediendo a la zona cero, a les Llosses / GRS
Dos santitaris de las UIS del SEM, accediendo a la zona cero, a les Llosses / GRS

Los Mossos d'Esquadra investigan ahora esta línea, intentando aclarar qué pasó y qué relación tenían los dos vecinos, de quienes no consta ningún tipo de denuncia cruzada ni tampoco, a la policía, ningún conflicto anterior. La investigación del AIC será clave para aclarar no solo qué delito finalmente se puede imputar a Mustafa, también si alguien cometió, antes, algún tipo de delito.