El juzgado de Girona ha avalado la sanción de 901 euros a una vecina de la ciudad por tener la música alta de madrugada y ser "reincidente". Según la sentencia, el 3 de abril del 2021 la Policía Municipal tuvo que ir dos veces al domicilio de la mujer, el primero a las 2.52 horas y el segundo en las 4.30, por las quejas de los vecinos, pero la denunciada ni abrió la puerta. Además, acumulaba multas previas por hechos parecidos. La vecina multada por una infracción grave ya intentó pugnar la sanción interponiendo un recurso contencioso-administrativo. Sin embargo, la sentencia da la razón al Ajuntament de Girona, manteniendo así la multa de 901 euros y, además, le impone las costas procesales a la demandante hasta un máximo de 100 euros.
La denunciada es reincidente en el mismo hecho
El ayuntamiento la ha sancionado de acuerdo con la ordenanza municipal, ya que la mujer ha vulnerado de manera reiterada durante dos años uno de los artículos que hace referencia a los decibelios permitidos, recogiendo tanto las actas levantadas la madrugada del 3 de abril del 2021 como otras infracciones por los mismos hechos del 13 de septiembre y del 26 de octubre del 2020.
Reticente a abrir la puerta y bajar la música
La sentencia recopila que la madrugada del 3 de abril del 2021, la Policía Municipal tuvo que ir en dos ocasiones en el domicilio por las quejas vecinales: "Molestaba a los vecinos con la música muy alta a altas horas de la noche". La resolución recoge la declaración de uno de los agentes de policía que explicó que "la música era perfectamente audible" desde la entrada del edificio y que se podía identificar "claramente" que provenía de un piso del entresuelo. También señaló que en ningún caso la mujer tuvo una actitud colaboradora porque, de hecho, no abrió la puerta aunque los agentes llamaron repetidamente ni tampoco se dio por aludida bajando la música.
"Queda acreditada la comisión culpable de la denunciada en la perturbación del descanso de los vecinos con ruidos y música a un volumen muy elevado durante las horas de la madrugada", concluye el juzgado que señala que la denunciada tampoco ofreció ninguna versión o alternativa a los hechos que permitieran exculparla y se limitó a cuestionar que fuera reincidente. En este sentido, la sentencia señala que las dos infracciones previas del 2020 y las últimas actas de abril "cumplen el supuesto de reincidencia" que justifican que se tipifique como grave y, por lo tanto, que se elevara la sanción a 901 euros, aparte de pagar casi 100 euros de costas procesales.
La alcaldesa de Girona se muestra contenta con la sanción
La alcaldesa de Girona, Marta Madrenas, ha explicado en declaraciones en la ACN que la situación había generado molestias y que los vecinos estaban "muy enfadados" porque no podían descansar y la música estaba a un volumen "muy fuerte y durante mucho tiempo". Por eso, celebra que la justicia haya dado la razón al ayuntamiento y entienda que la vecina era reincidente, cosa que ha permitido imponerle una sanción más elevada. Ahora, espera que esta sentencia actúe como "disuasiva" tanto para esta vecina en cuestión como para el resto. "Hay más sensibilidad en relación con la contaminación acústica y nosotros seguiremos defendiendo la salud de los vecinos, que no tienen por qué soportar depende de qué situación", ha reflexionado Madrenas, que remarca que está "contento" con la resolución del caso.
Aumentan las denuncias por incumplimiento de la ordenanza de ruido
Las denuncias por infringir la ordenanza de ruidos se han más que doblado durante el primer semestre del año, en comparación con el mismo periodo del 2019, que fue el último sin restricciones por la pandemia y, por lo tanto, el que aporta datos "más fiables", según observación Madrenas. En concreto, la Policía Municipal levantó 91 actos el año 2019 mientras que este año han sido 200.
Eso sí, las del 2022 son menos que las interpuestas el año pasado cuando se llegó a 328. La alcaldesa de Girona ha apuntado que las restricciones para frenar contagios de la covid-19, que ha hecho que la ciudadanía haya tenido que estar más tiempo en casa, ha provocado un aumento en la sensibilidad hacia los ruidos: "Nos hemos vuelto un punto más exigentes, esta pandemia nos ha cambiado a todos". Aparte de música alta en domicilios particulares, Madrenas también explica que hay quejas vecinales por bares o locales donde los clientes hacen ruido en el exterior.
Uno otra tipología de denuncias que ha ido en aumento son para beber alcohol en la calle. En este caso, y en relación con los primeros seis meses de 2021, el incremento es del 55,8%, pasando de 358 a 558. "Hemos hecho muchas más denuncias porque, quizás parece que no es grave, son acciones que molestan mucho a la ciudadanía", ha subrayado Madrenas que expone que muchas de estas sanciones van ligadas en botellones en plazas o espacios públicos que estorban el descanso de los vecinos.