Cuando oímos hablar de comunión nos viene a la cabeza una celebración religiosa, familiar, alegre y tranquila. Aunque, puede ser, que no siempre sea así. Como es el caso de dos familias de Gandía (Comunidad Valenciana). Lo que estaba siendo una celebración divertida en un banquete de cuatro comuniones, se convirtió en una batalla campal. Miembros de dos de esas celebraciones, ambas de la localidad de Xeresa, se enzarzaron en una pelea multitudinaria que dejó nada más y nada menos que seis personas heridas, una de ellas con varios puntos de sutura en la cabeza por un fuerte golpe. El origen de la pelea no tiene desperdicio: un cambio de música en el local.
Un elevado consumo de alcohol desencadenó insultos y forcejeos
Según fuentes consultadas por El Periódico, los hechos ocurrieron alrededor de las 8 de la tarde del pasado domingo en un restaurante de Gandía, el restaurante San Marcos. En el momento que se produjo la pelea había muchos invitados, entre ellos numerosos niños, que disfrutaban de la fiesta. El cambio de música que provocó el altercado desencadenó, primero, insultos y forcejeos, pero poco a poco fue yendo a más, en parte por un gran consumo de bebidas alcohólicas, hasta terminar en una multitudinaria pelea. El suceso, como es normal, avergonzó al resto de las personas que se encontraban allí. Presenciaron escenas lamentables, tanto los niños como sus acompañantes.
En ver a los familiares enzarzarse en una pelea, el resto de asistentes y responsables del local alertaron al teléfono de emergencias de la policía. La llamada al 112 movilizó hasta allí a tres patrullas de la Policía Local y otras cinco de la Policía Nacional. Los agentes emplearon, a duras penas, la fuerza para lograr separar y apaciguar los ánimos entre los miembros de la pelea y consiguieron evitar que se volviesen a pegar.
Varios heridos y un detenido
Resultó ser una pelea tan multitudinaria, que no solo los agentes de la policía intervinieron, sino que también se desplazaron al lugar de los hechos profesionales de emergencias médicas. Según refleja el parte médico, uno de los heridos sufrió cortes en varias partes del cuerpo, como en la cabeza, oreja y cuello debido a que le rompieron un vaso en esas zonas. El supuesto agresor fue detenido por la Policía Nacional. Además de este herido, los intervinientes de la pelea no tuvieron mucho cuidado, ya que también hubo que lamentar que un niño sufrió una hemorragia en la nariz y que una mujer embarazada cayese al suelo a consecuencia de un empujón.
Aunque acudieron dos ambulancias al local, únicamente uno de los heridos tuvo que ser trasladado al hospital para ser atendido.