Nuevo accidente mortal en las carreteras catalanas. Un hombre ha fallecido cuando circulaba en moto por la B-22, en el término municipal de El Prat de Llobregat (Barcelona). Esta autopista conecta las dos terminales del aeropuerto de Barcelona-El Prat Josep Tarradelles con la ciudad condal y el resto de ciudades y pueblos del sur del área metropolitana. El motorista que ha perdido la vida es F.J.M.H. de 50 años y vecino de Molins de Rei (Barcelona). El siniestro se ha producido, según ha informado el Servei Català de Trànsit (SCT), este lunes poco después de las doce y cuarto del mediodía, que es la hora aproximada a la que los Mossos d'Esquadra han recibido el aviso del incidente.

El motorista ha muerto cuando conducía su vehículo en el kilómetro 4,9 de la carretera B-22, que conecta con la autovía C-31 y la B-20, la Ronda de Dalt de Barcelona, la Terminal 1 y la Terminal 2 del aeropuerto. Las causas del accidente se desconocen y están bajo investigación por parte de los Mossos d'Esquadra. Una vez recibido el aviso se han activado tres patrullas de la policía catalana, dos dotaciones de Bombers de la Generalitat y tres unidades del Sistema d'Emergències Mèdiques (SEM). El siniestro ha obligado a cortar un carril de la autopista en dirección a la infraestructura aeroportuaria. Con este deceso, según los datos de Trànsit, ya son 44 personas las que han perdido la vida en lo que va del año 2023 en la red viaria interurbana de Catalunya.

Otro motorista falleció el domingo en El Vendrell

La defunción de F.J.M.H. este lunes al mediodía llega pocas horas después de que otro motorista perdiera la vida pocas horas antes, el domingo, en un accidente en la carretera N-340, a la altura de El Vendrell (Tarragona). El siniestro se produjo poco después de las once y media del mediodía, cuando los servicios de emergencia recibieron el aviso de una aparatosa colisión entre un coche, un todoterreno y una moto en la salida de Calafell. El conductor que perdió la vida es un hombre de 54 años y vecino de Creixell (Tarragona), al que los facultativos no pudieron revertir la parada cardiorrespiratoria que sufría y solo pudieron certificar su muerte.