Un niño de solo dos años apareció muerto el pasado 9 de enero en su casa. El pequeño estaba acurrucado junto a su padre, muerto días antes por un ataque al corazón; el niño aguantó en torno a una semana, según los investigadores, hasta que sucumbió al hambre y acabó muriendo de inanición. Lo más trágico de este suceso, ocurrido en la localidad de Skegness, en el condado de Lincolnshire del Reino Unido, es que se habría podido evitar.

Kenneth Battersby, de 60 años, recibía una visita semanal de los servicios sociales por estar considerado una persona vulnerable, ya que hacía un tiempo que estaba parado. Entre el 2 y el 9 de enero, una trabajadora social acudió hasta dos veces a la casa, pero en ningún caso recibió respuesta. El día 4, después de la segunda visita, avisó a la policía, pero estos tardaron cinco días más en solicitar una orden de entrada. Para entonces, ya era demasiado tarde. La última vez que se les vio fue el 26 de diciembre, y la autopsia de Kenneth Battersby ha confirmado que el hombre murió pocos días después. El perro de la familia, Skylar, apareció en una de las habitaciones al borde de la muerte.

La madre del pequeño, devastada

Sarah, madre del pequeño Bronson, de 43 años, no levanta cabeza. Estaba divorciada de Kenneth, y el último día que se vieron, poco antes de las fiestas de Navidad, se discutieron. Según ha explicado al Daily Mail, su exmarido había preparado unos bocadillos antes de sufrir el fatal infarto, pero los dejó sobre la encimera, fuera del alcance de Bronson, a quien le faltaron solo cinco centímetros para poder llegar hasta la comida.

"Si la trabajadora social hubiera presionado a las autoridades cuando no recibió respuesta el 2 de enero, Bronson todavía seguiría con vida", ha expresado, destrozada, al mencionado diario. Y es que el anatómico forense ha decretado la fecha de la muerte del padre, Kenneth, el día 29 de diciembre. "Aparentemente, los niños de la edad de Bronson pueden sobrevivir hasta tres días sin comida", ha dicho una amiga de la familia. La trabajadora social encargada de hacer el seguimiento de los Battersby no ha sido despedida ni suspendida, sin embargo, siempre según el Daily Mail, ha cogido la baja voluntaria después de conocerse la noticia de la trágica muerte de Kenneth y Bronson.