No es buena idea marcharse de un accidente de tráfico, pero menos si eres un ladrón -supuesto, hasta que se demuestre el contrario- y si en el coche siniestrado te dejas tu móvil con imágenes de armas y de otros objetos robados. Los Mossos te encontrarán y te detendrán, a pesar de las trabas de los jueces. Es el caso que se ha conocido hoy y que ha permitido, a raíz de este accidente de tráfico en el que se olvidaron un teléfono móvil en el coche, en Lleida, detener a cuatro personas -una ya estaba en la prisión, un conocido de los Mossos- por un robo el 1 de diciembre del año pasado en una casa de la partida Pla de Montsó, en el Segrià.
A raíz de aquel robo, donde se hurtaron armas y otros objetos de valor, los Mossos d'Esquadra de la DIC de Lleida iniciaron una investigación. Los ladrones forzaron los accesos y sustrajeron joyas y otros objetos de valor y se llevaron dos vehículos con las llaves que consiguieron en el lugar. Uno de los vehículos fue recuperado la misma noche cuando la Guardia Urbana de Lleida localizó el vehículo circulando por el camino de la Mariola. Al verse sorprendidos, los dos ocupantes huyeron. El otro vehículo fue encontrado al día siguiente en un descampado, también por la zona. Se pudieron recuperar parte de las joyas, pero no las armas que se habían llevado.
Un accidente y un móvil abandonado, clave
Fue el 8 diciembre cuando por la zona dos coches chocaron de manera frontal. El conductor de uno de los vehículos escapó del lugar de los hechos y cuando llegaron los Mossos d'Esquadra al lugar localizaron un teléfono móvil. Los agentes lo trastearon para saber de quién podía ser y para saber si era del conductor o era sustraído y fue cuando vieron que había imágenes de armas. Los agentes se pusieron en contacto con los investigadores de los Mossos y pidieron autorización judicial con el objetivo de poder acceder al teléfono y hacer el vaciado.
Paralelamente, un hombre se presentó en el lugar del accidente asegurando que era el propietario del coche y que le acababan de robar. Los agentes de la policía catalana todavía no habían hecho ninguna gestión del accidente cuando se presentó el titular del vehículo, hecho que hizo desconfiar. Los Mossos lo acusan de falsa denuncia y creen que a pesar de tener el coche a su nombre no era el usuario y denunció la sustracción por encubrir a otro miembro de su clan.
Las investigaciones con las imágenes que se consiguieron del móvil que se habían dejado en el coche accidentado se pudo relacionar al titular del teléfono, y el conductor del coche, con el robo del 1 de diciembre en la partida Pla de Montsó y también con una plantación de marihuana de interior situada en los Alamús. Durante varias semanas, los agentes de la DIC de Lleida han seguido la pista de los objetos robados -en el vaciado se pudo saber quiénes eran los implicados en el robo y cómo intentaron cambiar las armas de guerra robadas por un vehículo- y también de las plantaciones de marihuana que los implicados, todos de nacionalidad española y de etnia gitana, controlaban a caballo entre el Segrià y la Franja de Aragón.
Este pasado viernes, después de haber conseguido saber quién era quién, los Mossos decidieron detenerlos. Sabían que iban de Alfarràs a Lleida y que podían llevar marihuana, y se organizó un control para poder detenerlos. Al llegar a la zona donde estaban las patrullas, en la población de Alguaire, intentó evitarlo realizando una conducción temeraria hasta que impactaron con uno de los vehículos policiales. Los Mossos pudieron detener a tres personas; entre ellos, el conductor, relacionado con el robo del primero de diciembre. En el interior del coche los agentes localizaron una bolsa con gran cantidad de ovillos de marihuana, valorados en 47.000 euros.
Galimba, el conductor del coche, un viejo conocido de los Mossos
Se da el caso de que el segundo implicado en el robo, el Galimba, como se le conoce, ya ha ingresado en prisión. Fue detenido el 17 de enero en el barrio de Campclar en Tarragona después de un seguimiento policial fue parado por una conducción temeraria y resultó que tenía dos órdenes pendientes de detención e ingreso en la cárcel. El hombre hacía más de dos años que se escondía de la policía, en casas ocupadas y sin mantener contacto directo con su familia. Los Mossos también han imputado a la pareja de este hombre que ya está en prisión por un delito de salud pública por su supuesta relación con la plantación de marihuana de los Alamús.
La investigación, iniciada por el hallazgo del móvil que, supuestamente, Galimba, se dejó en el coche en el cual tuvo el accidente, y la versión errática de uno de los primos de él, que lo tuvo que encubrir bajo amenazas, ha llevado a la policía a aclarar el robo de diciembre y desmontar una plantación de marihuana. Pese a ello, los Mossos no lo han tenido fácil, aunque de las investigaciones los agentes creían que sabían dónde estaban los implicados, el juez que ha llevado el caso no autorizó las entradas en las casas donde creían que podían estar. Con todo, sin embargo, la investigación, por su peso, ha acabado cayendo y se han podido hacer los diversos detenidos, los objetivos que tenían los investigadores.