Las carreteras del oeste de Catalunya, especialmente la N-240, han sido escenario este miércoles de una peligrosa persecución digna de una película americana que se ha alargado durante decenas de kilómetros. Todo ha empezado cuando efectivos de los Mossos d'Esquadra de la Región de Ponent han empezado a seguir en la ciudad de Lleida a un ladrón que, desde ya hacía dos años, tenía dos órdenes judiciales pendientes de ingreso en prisión. El individuo, al ver que la policía lo estaba persiguiendo con la intención de detenerlo, ha huido a toda velocidad circulando de manera temeraria por la carretera N-240 en dirección a Tarragona.

Varias patrullas de los Mossos d'Esquadra se han ido sumando a la persecución del fugitivo y, una vez han llegado a la localidad de Vimbodí, en la Conca de Barberà, ya en la demarcación de Tarragona, se ha avisado de la persecución a las diferentes unidades de la Región Policial del Camp de Tarragona. Se han activado efectivos de Seguridad Ciudadana del Baix Camp y de Tarragona, así como agentes del Área Regional de Tráfico para intentar parar el vehículo antes de que pudiera provocar algún accidente y dejar a alguna persona herida.

Detenido en Tarragona por agentes de paisano

A pesar de los diferentes esfuerzos policiales por intentar parar el vehículo, el fugitivo ha podido llegar hasta la ciudad de Tarragona, a unos 80 kilómetros del lugar donde había empezado la persecución. Allí, al acabársele la N-240, ha tenido que salir y coger otras vías hasta adentrarse en las calles del barrio de Torreforta. Allí, entre la atenta mirada de los vecinos, algunos de los cuales lo han grabado con su teléfono móvil, agentes de paisano han podido detener al fugitivo. Se trata de un hombre de nacionalidad española de etnia gitana. Fruto de la persecución, el coche camuflado de los agentes que lo han detenido ha sufrido varios daños de poca consideración. Sin embargo, ninguna persona ha resultado herida.