El Área de Desactivació d'Artefactes Explosius —TEDAX— de los Mossos d'Esquadra es una unidad especializada en neutralizar bombas y artefactos de todo tipo. El trabajo diario de esta unidad es localizar, analizar y neutralizar los explosivos. Los agentes que integran el TEDAX están formados tanto para actuar ante munición militar como ante artefactos improvisados, con protocolos estrictos para garantizar la seguridad de la población y preservar pruebas para posibles investigaciones.
El trabajo de esta unidad combina prevención, intervención y peritaje: desde la inspección y retirada segura de los objetos sospechosos hasta la coordinación de desalojos, la gestión de detenciones controladas y el apoyo técnico a otros cuerpos, como los Bombers o el Sistema d'Emergències Mèdiques. Normalmente, utilizan equipos de protección, robots teledirigidos y técnicas electrónicas específicas para minimizar los riesgos y documentar cada hallazgo.
Dos desactivaciones
Aunque han pasado casi 90 años desde el inicio de la guerra civil española, en Catalunya siguen apareciendo artefactos explosivos de la época. Proyectiles de artillería, granadas de mano o bombas de aviación están enterradas en campos, zonas boscosas o en lo que en su día fueron campos de batalla. La meteorología, las obras agrícolas o las excavaciones las dejan al descubierto y son los TEDAX los que tienen que intervenir para desactivarlas.
Esta semana los Mossos d'Esquadra han informado a través de sus redes sociales de dos desactivaciones de artefactos de la Guerra Civil. La primera la comunicaron el sábado, 18 de octubre, tras recibir el aviso de un proyectil de artillería de 105 mm de calibre en una finca de Castelldans (Lleida). En esta intervención los agentes de los TEDAX se activaron para retirarlo con seguridad, acordonaron la zona, evaluaron la estabilidad de la munición y la trasladaron con los procedimientos correspondientes para su destrucción controlada.

El segundo comunicado lo han hecho este domingo, 19 de octubre. Los TEDAX se desplazaron a Colera (Girona) después de recibir el aviso de un hombre que se encontró una granada. Los Mossos la neutralizaron y preservaron para su posterior destrucción, garantizando la seguridad de la zona y recogiendo los datos necesarios para realizar un informe pericial.
Aunque la mayoría de estos explosivos llevan muchos años enterrados, aún mantienen un alto grado de inestabilidad, ya que los componentes químicos se degradan con el tiempo y pueden detonar con un simple movimiento o impacto. Los Mossos d'Esquadra recuerdan la importancia de no tocar nunca ningún tipo de explosivo y llamar inmediatamente al teléfono de emergencias 112.
