Los Mossos d'Esquadra del grupo de Patrimonio de la División de Investigación Criminal (DIC) de la Región Policial Ponent han conseguido desmontar una organización criminal que se dedicaba a robos en domicilios y que, al mismo tiempo, también tenía plantaciones en varios puntos de Catalunya. Todos los detenidos son, la mayoría, de nacionalidad albanesa. A inicios de la semana se detuvieron seis personas, cinco hombres y una mujer, de entre 25 y 45 años, como presuntos autores de un delito contra la salud pública, un delito de defraudación de fluido eléctrico y por pertenencia a grupo criminal gracias a la investigación que se había iniciado en la zona de Lleida por robos en el interior de casas. La investigación se ha hecho también con la Unidad de Investigación de la comisaría de Sarrià-Sant Gervasi, en Barcelona.
Los Mossos d'Esquadra de la DIC de Ponent detuvieron un grupo a quién habían relacionado con ocho robos violentos en la zona de Lleida y fue después de que fueran dejados en libertad que los investigadores sabían que alguna cosa estaba haciendo e iniciaron seguimientos policiales y el ojo clínico de los policías no falló. El jefe de este grupo de ladrones los llevó hasta una casa, en Castellbisbal, que servía de piso franco y de base de operaciones de una de las otras ramas de negocio del grupo criminal: el cultivo de marihuana. Vieron que el jefe tenía contacto con personas de nacionalidad albanesa y el tiempo hizo el resto. Los investigadores pudieron encontrar varias plantaciones en la zona de Barcelona y también al Vallès Occidental.
De ladrones a narcotraficantes
Cuando los investigadores tuvieron claro dónde estaban todas las plantaciones, y después de conseguir la autorización judicial para desmontar las plantaciones, se organizaron las entradas en Barcelona y también en Vallvidrera, con la colaboración de la Policía Local de Castellbisbal y el ARRO de los Mossos el pasado 6 de mayo, el lunes, desde primera hora de la mañana. En la casa de Castellbisbal, se detuvieron tres hombres y una mujer y se localizó una plantación con 1.240 plantas. También se localizaron 32 bolsas de un kilo de cogollos, una envasadora y una báscula de precisión, y más material y herramientas para manipular la marihuana. También se localizaron 89,5 gramos de hachís.
En la casa de Barcelona, en Vallvidrera, se detuvieron dos hombres y se localizó una plantación completa con 1.100 plantas de marihuana. Los dos lugares tenían una conexión fraudulenta en la red eléctrica, que un posterior análisis por parte de técnicos de la compañía eléctrica valoraron en más de 80.000 euros el importe defraudado, según el atestado policial. Después de ser detenidos, los cinco hombres y la mujer fueron entregados al juzgado de guardia de Rubí, que ordenó la puesta en libertad con cargos, a la espera de que se celebre el juicio.