Una vez detenido el presunto asesino de Mónica de la Llana, la mujer desaparecida en la Morera de Montsant (Tarragona) en verano de 2022, los Mossos d'Esquadra centran su investigación ahora en poder encontrar su cadáver. Este jueves, con la presencia del imputado y de su abogado, agentes de la Unidad Central de Personas Desaparecidas han inspeccionado la vivienda del hombre y donde también habría vivido la víctima las últimas semanas de su vida. El objetivo de los investigadores era encontrar restos biológicos o indicios que ayudaran a aclarar si aquel podría haber sido el escenario del crimen y dónde podría estar el cuerpo de la mujer, ya que el presunto autor del crimen no ha querido colaborar.
Enterrada cerca de su domicilio
Los Mossos d'Esquadra trabajan con la hipótesis que la pareja de Mónica la habría matado la noche del 20 al 21 de julio de 2022. Posteriormente, se habría deshecho del cadáver escondiéndolo a fin de que no lo descubrieran. Sospechan que la habría enterrado en algún lugar próximo, seguramente una zona boscosa. La familia de la víctima, según han explicado al Diari de Tarragona, tampoco descarta que pudiera tirar el cuerpo en el pantano de Siurana, a pocos kilómetros de la Morera de Monsant.
Después del presunto crimen, el hombre siguió con su vida con normalidad y cuando alguien le preguntaba le decía que Mónica se había marchado. Cuando los Mossos lo interrogaron por primera vez, les explicó que, hacia las dos del mediodía del 21 de julio, la había acompañado a una parada de autobús en Cornudella de Montsant, donde tenía que coger el transporte público para ir hasta Reus. No obstante, los investigadores pudieron confirmar, hablando con la compañía que hacía la ruta y con el conductor que la tendría que haber llevado, que Mónica nunca cogió aquel autocar.
Dos años de investigación para detener al asesino
Desde un primer momento, los investigadores tuvieron claro que se trataba de un posible crimen machista y que se trataba de una desaparición de ámbito criminal. Su pareja se convirtió en el principal sospechoso, más después de saber que maltrataba a Mónica, pero no ha sido hasta más de dos años después que lo han podido detener. El análisis de los datos de telefonía móvil han permitido romper su coartada y desmontar su relato. Además, también se han encontrado pertenencias de la mujer que el detenido tenía meses después de la desaparición y que la víctima no habría abandonado nunca en un contexto de normalidad. Por todo eso, el juez lo ha enviado a prisión, pero la investigación sigue abierta con el objetivo de encontrar el cuerpo de Mónica y que su familia se pueda despedir de ella.