Nadie sabe dónde está Tamás Babai, un hombre de nacionalidad húngara de 37 años que, después de pasar por Barcelona en su ruta por el Estado mientras hacía turismo, ha desaparecido. Se ha esfumado. Su familia ha denunciado la desaparición a los Mossos d'Esquadra y la policía catalana ha abierto una investigación para intentar reconstruir los últimos pasos de este hombre que, desde el 2 de junio, domingo de la semana pasada, no da señales de vida. No publica contenidos en las redes, como hacía hasta ahora, y no se ha puesto en contacto con su familia, que está en Hungría preocupada por él.

Según la descripción que se ha facilitado del hombre, pesa unos 80 kilos, mide 1,70 metros y, aunque tiene poco pelo, lo tiene de color castaño oscuro, al igual que los ojos. En octubre cumplirá 38 años. Lleva un tatuaje reconocible en la parte alta de la espalda y siempre llevaba una mochila de color negro, según su familia. Estos últimos meses ha pasado por varios puntos del Estado, como la parte norte, donde hizo parte del Camino de Santiago, y a mediados de mayo llegó a Cataluña y se instaló en Barcelona. Se desconoce qué le puede haber pasado, asegura la familia en la denuncia presentada en la comisaría de los Mossos d'Esquadra, y esperan que las investigaciones de la policía catalana permitan aclarar qué ha ocurrido. Una de las últimas fotos del hombre de 37 años es frente a la Sagrada Familia, en Barcelona.

Colaboración ciudadana para localizarlo

Desde que la familia ha perdido el contacto con el hombre, han intentado contactar con otras personas que podrían saber dónde estaba, pero sin suerte. En la denuncia que ha presentado una familiar, explica que el hombre viajaba solo, aunque era muy sociable, y esperan que la difusión de la imagen del hombre, Tamás Babai, pueda ayudar a que alguien que lo haya visto pueda aportar alguna pista de dónde puede estar.

Por ahora, la policía catalana no considera que pueda haber un trasfondo criminal en la desaparición de este turista húngaro en Barcelona, pero tampoco constan, hasta ahora, pruebas de vida que hagan pensar que la desaparición es voluntaria. Cualquier pista puede ser comunicada al 112 o en alguna comisaría de los Mossos d'Esquadra.