Natacha Jaitt, concursante de la sexta edición del reality Gran Hermano, aparecía muerta el 24 de febrero de 2019 en una cama del complejo Xanadú, salón de eventos y fiestas en el departamento de Tigre, Argentina.
Casi tres años después, su muerte sigue siendo un misterio: autopsia poco clara, un iPad sin desencriptar y detectives privados. Esto es lo que se sabe hasta ahora y las incógnitas principales sobre lo que pasó.
El misterio de la muerte de Natacha Jaitt
Tal y como adelantaba el medio Elcierredigital.com, la familia de la argentina ha contratado los servicios de una agencia española de detectives privados para averiguar qué pasó realmente y revelar las irregularidades de la investigación oficial.
Aquel día de febrero, se encontró el cuerpo desnudo de Natacha sobre la cama y con restos de cocaína en la nariz y sin señales de violencia.
La noche de la fiesta estuvo con varias personas, el último el empresario y dueño del complejo Guillermo Rigoni, que aseguró haber dejado la habitación con la joven dormida, versión confirmada por testigos.
Sin embargo, muchos otros datos de la muerte quedan aún en el misterio, destaca el medio citado.
Cocaína, falsos problemas cardíacos y muchas preguntas
Como, por ejemplo, la autopsia. Las pruebas forenses concluyeron que la actriz murió por consumo de cocaína combinado con una enfermedad cardíaca previa.
Por otra parte, el abogado de la familia, Alejandro Cipolla, ha denunciado en varias ocasiones que la causa de la muerte está aún sin esclarecer y que incluso podrían pedir exhumar el cuerpo para un nuevo examen toxicológico.
Y es que, tal y como argumenta el letrado, Jaitt, diez días antes de morir, se hizo unas pruebas en el hospital que no detectaron ningún problema de corazón. Además, denuncia que no se tomasen muestras de pelo de la víctima para comprobar si la habían envenenado.
También la familia argumenta que en la habitación en la que apareció el cuerpo hubo una cantidad excesiva de policías y que el cadáver se movió.
La posibilidad de un asesinato: escándalos y violencia de género
La última incógnita es el iPad que la concursante siempre llevaba encima, con la que esperaban demostrar que Natacha podría haber sido asesinada.
Sin embargo, la clave dada por la hija de la víctima, Antonella Olivera, resultó incorrecta y aún no se ha podido desbloquear el dispositivo, detalla Elcierredigital.com, en palabras de la Fiscalía.
En cuanto a la responsabilidad de un asesinato, se abren varias posibilidades. Primero, el actor Fabián Gianola, que debía declarar ante un tribunal argentino por seis denuncias de abuso sexual el pasado 17 de diciembre, pero acabó no presentándose.
Una de sus víctimas había sido presuntamente Jaitt, que denunció los hechos en su cuenta de Twitter en 2018, acusándole de haberla obligado a realizarle sexo oral durante una grabación.
Acusaciones de abuso sexual y pederastia
Por otro lado, el móvil de un asesinato podría estar relacionado con las mediáticas declaraciones de Natacha un mes antes de morir, que acusó de abuso sexual a futbolistas, creando un gran escándalo en Argentina.
En varios programas televisivos denunció haber sido víctima de abusos por parte de personalidades importantes, que nombró con iniciales y nombres de pila.
En 2018 también formó parte de un escándalo tras acusar en televisión a periodistas, políticos y futbolistas de formar parte de una red de pederastia con al menos siete menores afectados.
Su paso por 'Gran Hermano' y vuelta a Argentina
Tras declarar en sede judicial escribió en Twitter: “No me voy a suicidar, no me voy a pasar de merca (droga) y ahogar en una bañera, no me voy a pegar ningún tiro, así que si eso pasa no, no fui. Guarden tuit”, que se convirtió en un núcleo de sospechas tras su muerte.
La argentina llegó a España con 27 años en 2003, para triunfar en Gran Hermano 6, donde destacó tras librarse de once nominaciones para ser expulsada y por asegurar que era adicta al sexo y que había ejercido la prostitución de lujo.
En 2008 volvió a Argentina para saltar entre la radio y la televisión, combinadas con posados eróticos para revistas como Interviú y Playboy.