Las vacaciones son un momento de relajación y desconexión, se aprovecha que no se trabaja para abandonar todas las preocupaciones y escoger un lugar bonito donde pasar unos días en tranquilidad. O, al menos, esta es la idea que se tiene cuando uno piensa en las vacaciones, pero resulta que no es así. Según un estudio de ADT, empresa de alarmas y seguridad, la mitad de los encuestados consideran que la seguridad es un aspecto primordial a la hora de escoger alojamiento para las vacaciones.
Según la estadística, un 53% tiene en especial consideración las medidas de seguridad que se encuentran en los hoteles, hostales, apartamentos o cualquier espacio donde estén. El auge de plataformas como Airbnb ha puesto en el punto de mira la cuestión de la protección. Como muchos tienen alarma en casa, esperan tenerla también si pasan unos días en casa de otro. Un porcentaje todavía mayor, un 55%, también afirman que, cuando viajan, intentan dejar todos los objetos de valor posibles en casa. Muchos creen que joyas, relojes o cualquier objeto con un precio elevado se tendrían que quedar en casa por miedo a que les roben durante su estancia en un sitio que no conocen. Hay cosas como el móvil, la cartera o el pasaporte que a menudo nos tenemos que llevar a toda costa, y en estos casos un 21% escogen llevarlo encima constantemente para tenerlo siempre bajo control mientras que un 11% hace justamente lo contrario, buscan un lugar seguro, como puede ser una caja fuerte, y lo dejan allí hasta que se marchan.
Los sistemas de vigilancia están en constante evolución
Esta obsesión con la seguridad ha impulsado los sistemas de vigilancia, que cada vez tienen más funciones para hacernos sentir protegidos. Es habitual que las alarmas cuenten con un sistema de vigilancia personalizado las 24 horas del día. Ya no se confía en simplemente en que salten si detectan movimiento, sino que hay una persona encargada de estudiar por qué ha saltado y qué medidas hay que tomar al respecto. Algunos sistemas incluyen también formas de asustar a los ladrones y hacerles creer que hay alguien en casa, como ir encendiendo y apagando las luces de casa o reproducir sonidos.