La Guardia Civil ha detenido a un médico, de 64 años de edad, cuyo ingreso en prisión ya ha sido decretado por la autoridad judicial, tras ser acusado de grabar en su consulta partes íntimas de sus pacientes sin autorización, unas víctimas que se baraja que podrían superar el centenar.
Modus operandi
Estas grabaciones, tal como señala el instituto armado en un comunicado, habrían sido realizadas tanto en sus consultas o despachos de las localidades sevillanas de Morón de la Frontera, Badolatosa, Estepa y Sevilla capital, así como en asistencias a domicilios.
Explica que el facultativo se aprovechaba presuntamente de la confianza de sus víctimas, que acudían a consulta con una dolencia, para auscultarle la zona del pecho o inspeccionar la zona vaginal o anal, "realizando grabaciones de vídeo con su teléfono móvil, el cual tenía siempre en el bolsillo de la camisa, con la cámara apuntando hacia fuera".
"Aparte de realizar este tipo de grabaciones de naturaleza sexual haciendo uso de la superioridad que le confería el ejercicio de su profesión, también lo hacia aprovechando descuidos en la vía pública", agrega el comunicado policial.
La investigación se ha iniciado tras la denuncia de una paciente que ha afirmado que había sido "grabada por dicho médico, mientras le auscultaba, cuando acudió a consulta por un fuerte dolor en el pecho". Así, se realizan investigaciones encaminadas a comprobar la veracidad de los hechos, hasta que los investigadores "confirman, no solo la existencia de un video de naturaleza sexual en el teléfono móvil del facultativo que acreditaría los hechos denunciados inicialmente, sino que vendría realizando este tipo de prácticas durante más de dos años, existiendo un número extenso de víctimas que pudiera ser superior a 100".
Detención del médico
Una vez realizadas estas pesquisas de investigación y presentadas a la autoridad judicial, se realizan tres entradas en domicilios relacionados con el facultativo, así como en dos de las consultas médicas donde ejercía su actividad profesional, "escenario de numerosos hechos delictivos".
En los registros se han intervenido varios ordenadores portátiles, un bolígrafo espía y multitud de dispositivos de almacenamiento masivo de archivos.
El detenido, de 64 de años de edad, ha sido puesto a disposición de la autoridad judicial, quien ha decretado su ingreso en prisión de forma preventiva, atendiendo a la gravedad de los delitos esclarecidos.