Los Mossos d'Esquadra detuvieron el pasado 18 de agosto a un hombre de 30 años de nacionalidad francesa acusado de matar a una mujer de 39 años en París el pasado 13 de agosto. El crimen sacudió un barrio residencial junto al Arco de Triunfo. La mujer, Marie-Astrid, también de nacionalidad francesa, apareció sin vida en la ducha de su casa tapada con una manta después de cinco días sin saber nada de ella.
Su familia, preocupada, llamó a la policía, que cuando entraron al apartamento donde vivía a esta trabajadora de un hotel de lujo de la zona, la hallaron sin vida. Si bien la investigación de la policía francesa fue rápida al identificar al autor de los hechos, por las pertenencias que encontraron al piso y por otras tareas de investigación, que no fue tan fácil fue su detención. Tenían información que el hombre de 30 años podía haber escapado de Francia y emitieron una orden internacional de detención contra el sospechoso, que ya tenía antecedentes por un ataque con arma blanca contra un hombre el mes de julio, también en Francia.
El móvil de la víctima lo ubica en Catalunya
Los Mossos d'Esquadra, en el marco de la colaboración con la Brigada Criminal de la Policía Nacional Francesa, pudieron saber que el hombre que estaba en busca y captura se escondía en nuestra casa. Con la información que se tenía sobre la mesa, agentes de la comisaría de los Mossos d'Esquadra de L'Hospitalet de Llobregat lo pudieron localizar y detener. El hombre se había llevado el móvil de la víctima, hecho que, según apuntan fuentes de la investigación, fue clave para poder ubicarlo en L'Hospitalet de Llobregat.
El arrestado fue trasladado al juzgado de instrucción 2 de l'Hospitalet de Llobregat en funciones de guardia que decidió el ingreso en prisión a la espera de su extradición en Francia, donde tendrá que responder del crimen de la joven Marie-Astrid.
Investigación abierta
La mujer, que fue asesinada y presentaba varias heridas por todo el cuerpo, conocía a su agresor, según la policía francesa. Ahora habrá que aclarar cuál fue el móvil del crimen. Ahora mismo no se trata el caso como un caso de violencia de género, a la falta de que avancen las investigaciones, y si bien se conocían, no está confirmado que los dos, víctima y verdugo, mantuvieran una relación sentimental. Cuando la burocracia lo permita, el detenido será entregado a las autoridades francesas, que lo interrogarán y podrán seguir con las diligencias para aclarar este escabroso crimen.