La Policía Metropolitana de Nashville, en Estados Unidos, ha detenido a Joseph Glynn, de 70 años, acusado de matar a su mujer, Jackie Glynn, de 76, a martillazos. El arresto se produjo después de que el cuerpo policial localizara el cadáver de su mujer, a quien llevaban buscando desde el pasado 5 de enero, cuando sus hijos denunciaron la desaparición porque no habían sabido nada de ella durante cuatro días seguidos. La última noticia que tenían había sido el 1 de enero, solo empezar el 2024, pero de golpe ya no contestaba el teléfono.
Los familiares de la mujer intentaron localizarla y hablaron con su marido, pero este se inventó una historia para que no la buscaran. Dijo a los hijos mayores que su madre había decidido marcharse de casa porque tenía una enfermedad terminal, tal como apunta WTZV. No obstante, como la historia que les había explicado no tenía ningún sentido, decidieron ir a comprobarlo con el médico de su madre, quien les dijo que la mujer no tenía ninguna enfermedad. Así pues, ante las incongruencias en la historia, fueron a denunciar su desaparición a la policía. Cuando los agentes interrogaron al hombre, este se hundió y lo confesó todo.
Un crimen premeditado desde hacía tiempo
El hombre, por causas que todavía no se han aclarado, mató a la mujer a martillazos en un crimen que llevaba premeditando desde hacía tiempo. De hecho, el 16 de diciembre, dos semanas antes del asesinato, había contratado a una persona para que cavara un agujero en el jardín de una propiedad que la pareja tenía en el condado de Dekalb, en Nashville. Una vez la mató, metió el cadáver dentro de una caja de carga y lo llevó hasta aquel hoyo, donde la enterró. Posteriormente, intentó vender la propiedad a otra persona para que no la buscaran allí, aunque no tuvo éxito. El hombre acabó siendo descubierto y detenido, acusado de homicidio, de abuso de cadáver y de manipulación de pruebas. El juez ha decretado su ingreso en prisión, con una fianza estipulada en más de un millón de dólares.