Los Mossos d'Esquadra recibieron el aviso de un vecino de Igualada (Barcelona) que había detectado que en las puertas de su edificio se presentaban pequeñas marcas. La policía catalana se dirigió al bloque que se encuentra situado en el barrio dels Set Camins y pudo comprobar que había unas pequeñas tiras adhesivas colocadas entre la puerta y el marco de esta. Se trata de un sistema que los grupos criminales utilizan de manera habitual para comprobar la ausencia de residentes y cometer robos en los domicilios.

Una semana más tarde, el domingo 10 de agosto de madrugada, una patrulla de la Unitat de Seguretat Ciutadana dels Mossos d'Esquadra que realizaba tareas de prevención por la zona identificó a dos personas que se encontraban cerca del bloque de pisos. Estas empezaron a decir cosas inconexas y no supieron explicar a la policía cuál era el motivo exacto que los había llevado a aquellas horas a pasear por aquel barrio. Los Mossos registraron a los dos individuos y no vieron ningún objeto que les llamara la atención, pero pudieron averiguar que uno de los hombres había sido detenido unos días antes por el mismo motivo que estaban investigando: colocar marcas en las puertas de los domicilios.

En aquel momento, los agentes de la Unidad de Investigación de Igualada iniciaron una vigilancia exhaustiva en el bloque de pisos que presentaba las marcas. Horas más tarde del mismo domingo 10 de agosto, hacia las 6 de la mañana, los agentes de los Mossos observaron que el hombre que había sido identificado horas antes, salía del edificio con un acompañante, que también había sido detenido semanas antes por los mismos hechos delictivos. Los Mossos siguieron a los dos sospechosos, que fueron a reunirse con dos hombres que los estaban esperando en dos coches estacionados en un apartamento.

Decomisado material que utilizaban para cometer robos sin dejar rastro

Una vez los agentes de la policía catalana tuvieron indicios que los individuos pretendían cometer un robo, decidieron intervenir, identificar a los hombres y realizar un cacheo exhaustivo de los vehículos. Los cuatro hombres, de entre 22 y 52 años, quedaron detenidos por presunta participación en un robo en grado de tentativa. Además, dos personas más, uno de los cuales había sido identificado horas antes por los agentes de la Unidad de Seguridad Ciudadana, se acercaron al aparcamiento y los Mossos los detuvieron también. La nacionalidad de los seis detenidos no ha trascendido a los medios.

En el cacheo los Mossos d'Esquadra encontraron diferentes objetos que los ladrones acostumbran a utilizar para cometer robos y no dejar rastro y evitar su identificación: toallitas húmedas, pañuelos de tela, gorras y trapos. Además, también encontraron radiografías, que las utilizan para entrar en los domicilios sin cometer graves desperfectos en las puertas.