Los Mossos d'Esquadra de la comisaría de la Bisbal d'Empordà y la Policía Local de Palafrugell detuvieron el pasado 30 de julio a un hombre, de 57 años y nacionalidad española, acusado de 46 delitos contra los derechos de los ciudadanos extranjeros y de falsificación de documentos por ser el responsable de un entramado criminal que falsificaba contratos de alquiler para poder permitir reagrupaciones familiares de migrantes cuando estos no cumplían con los requisitos establecidos por la ley. El autor de los hechos, propietario de una gestoría de seguros del municipio, empadronaba a migrantes en viviendas donde nunca habían vivido para que pudieran solicitar la llegada de su familia, y a cambio les cobraba unos 6.000 euros.

La investigación empezó hace más de un año, cuando la Oficina d’Atenció al Ciutadà del Ayuntamiento de Palafrugell se dio cuenta de irregularidades que no cuadraban en algunos procesos de empadronamiento del municipio. El primer caso que se detectó fue el de una mujer que se quejaba porque se había hecho un contrato de alquiler de un piso que era propiedad de su marido, que era imposible que lo hubiera aceptado porque estaba muerto desde hacía tiempo. La policía investigó este hecho y, tirando del hilo, descubrió muchos otros casos sospechosos que, además, pedían permisos de reagrupamiento familiar. Ante esta situación, se creó la comisión de empadronamientos, con la participación del cuerpo local, los Mossos d'Esquadra y la Oficina d’Atenció al Ciutadà.

Los casos descubiertos se remontan hasta 2020, y todos, una treintena, implican al propietario de una gestoría, que es el jefe del entramado y el responsable de este engaño. La comisión pudo detectar 30 reagrupamientos familiares fraudulentos entre 2020 y 2024, la mayoría de los cuales implicaban al menos a cuatro personas migrantes cada uno. Con el fin de conseguir su objetivo, el autor de los hechos se aprovechaba de sus conocimientos para falsificar contratos de alquiler que declaraban que los migrantes vivían en una vivienda y les permitía superar los otros trámites legales para solicitar el reagrupamiento familiar a cambio de unos 6.000 euros por familia. El hombre a menudo se aprovechaba de pisos vacíos, como el de una señora mayor que estaba en una residencia de ancianos, o un piso donde representaba que vivían varias familias de migrantes sin que sus inquilinos reales tuvieran conocimiento de este contrato ficticio.

Sobornos y fraudes

En otros casos, el gestor llegaba a un acuerdo con los propietarios de algunas viviendas que, al encontrarse en situación de vulnerabilidad, aceptaban un soborno de entre 300 y 500 euros mensuales a cambio de permitir que se empadronaran varios migrantes en sus hogares, personas que nunca llegaban a pisar el edificio. El autor de los hechos se aprovechaba de los migrantes y les cobraba grandes cantidades de dinero a cambio de tramitarles los papeles, asesorarlos y conseguir traer a su familia de su país de origen, saltándose la ley.

De momento, la investigación continúa abierta y los Mossos no descartan más detenciones ni ampliar la investigación a más personas; de hecho, la propietaria de otra gestoría de Palafrugell, una mujer de 68 años, ha sido también investigada por dos delitos contra los derechos de los ciudadanos extranjeros y dos delitos de falsificación de documento. Con respecto al arrestado, sin antecedentes previos, pasó a disposición del juzgado en funciones de guardia de la Bisbal d'Empordà el jueves 31 de julio.