La madre de Jorge Ignacio Palma J., autor confeso de la muerte de la joven Marta Calvo y sospechoso de otros dos asesinatos de mujeres, se ha negado a declarar en calidad de testigo en el juzgado de Palma desde el que tenía que hacerlo por videoconferencia.
La madre del asesino de Marta Calvo no declara
Acogiéndose a la dispensa legal que contempla el artículo 426 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, la madre de Jorge Ignacio, que vive en Palma, se ha acogido a su derecho a no declarar, suponiendo un nuevo obstáculo para esta investigación, activa desde noviembre de 2019, cuando el asesino acudió a la Guardia Civil de Carcaixent para confesar que la había descuartizado a Marta y se había deshecho del cadáver.
La mujer, Pilar J., inicialmente estuvo citada para que acudiese a Valencia a declarar como testigo el pasado 14 de octubre, pero ella pidió hacerlo por videoconferencia desde la ciudad balear, alegando "motivos económicos y gravosidad en el desplazamiento". El magistrado aceptó su petición, poniendo fecha a su declaración hoy, jueves.
Videoconferencia desde Palma sin resultado
Después de negarse a declarar y esperar durante una hora en los pasillos de los juzgados, la madre del presunto asesino de Marta Calvo ha abandonado los juzgados de Palma de Mallorca portando gafas de sol y mascarilla y se ha marchado en taxi a las once de esta mañana.
Según ha declarado después el abogado Juan Carlos Navarro, que representa a las familias de las dos jóvenes supuestamente asesinadas por este hombre, Arliene y Lady Marcela, "era previsible que la madre no declarase, pero esto tiene una lectura simple. La madre que confía en la inocencia de su hijo, la pelea con uñas y dientes; la que conoce su culpabilidad, calla para encubrirle. Como dice el refrán, quien calla otorga".
"Quien calla, otorga"
Por su parte, la letrada que representa a la madre de Marta Calvo, Pilar Jové, ha dicho que hay que tener en cuenta que la ley ampara a la madre del asesino para que no declare, y esa ley dispensa de declarar siempre que se pueda perjudicar a un familiar, "y por tanto la lectura es clara: el hecho de negarse a declarar es porque algo en contra de su hijo tendría que decir".
Según se ha podido saber de estas fuentes legales, "la mujer ha manifestado que todo lo que tenía que decir ya lo dijo ante la Guardia Civil, pero en esa declaración hubo algunas incongruencias. Dijo que solo había estado con los dueños de la casa (de la localidad valenciana de Manuel, donde residía su hijo y donde se perdió la pista a Marta Calvo) unos 10 minutos para pagarles el alquiler, pero lo cierto es que estuvieron cenando juntos durante más de dos horas. Esto aparentemente no tiene importancia, pero la tiene si no lo aclara".
Un testimonio clave para el caso
Además, Jové llama la atención sobre el hecho de que la madre del sospechoso se llevó de la casa varios objetos, entre ellos una tableta, que luego devolvió. "Está en su derecho de no declarar, pero también tiene derecho mi cliente a conocer donde está el cuerpo de su hija, aunque para eso lamentablemente no le ampare ninguna norma", ha denunciado la abogada.
Jové y Navarro, magistrados de las acusaciones, han lamentado que la madre de Jorge Ignacio finalmente haya sido citada por videoconferencia, porque no han podido ver sus gestos ni interpelarla directamente. "Se le enfocaba solo la cara y llevaba mascarilla", han explicado.
La declaración de esta mujer, que pasó con su hijo el fin de semana posterior al supuesto asesinato de Marta Calvo en el mismo domicilio donde los investigadores sospechan que se cometió el crimen, había sido solicitada por los letrados de las acusaciones particulares.
Estuvo en el presunto lugar del crimen la semana después de los hechos
Pilar J. residía en el momento de los hechos y actualmente en Mallorca, aunque se tiene constancia de que estuvo el fin de semana posterior a la desaparición de la víctima con su hijo en Manuel, Valencia -porque era el cumpleaños de él- en la misma vivienda en la que, según la confesión de su hijo, se produjo la muerte de Marta Calvo hace dos años y el posterior descuartizamiento de su cuerpo.
Tras esta declaración los letrados confían en que pronto se dé por concluida la instrucción, a falta únicamente de la entrega de algunos informes policiales sobre pericias practicadas sobre vehículos y dispositivos móviles.
El principal problema es que no se ha encontrado aún el cadáver, a pesar de las múltiples zonas rastreadas. El relato de Jorge Ignacio, además, no supone una gran ayuda, ya que se sospecha que podría estar mintiendo, tal y como analizaron los forenses a raíz de su personalidad.