Hay madres y padres que sacrificarían absolutamente todo lo que tienen por sus hijos: los aman con locura y creen que sus niños son los mejores del mundo, que nadie les puede hacer sombra. Eso es lo que debió pensar una madre procedente de la India cuando se dio cuenta de que un compañero de clase de su hija sacaba mejores notas que ella en los exámenes. Esta madre, lejos de actuar como una persona adulta y racional, tomó una decisión desproporcionada contra el compañero de su hija: matarlo. La mujer ha sido detenida por la policía india y está a la espera de juicio, mientras los familiares y amigos del chico asesinado, de solo 13 años, lloran su cruel muerte. Los hechos tuvieron lugar a principios de este mes de septiembre en la localidad india de Karaikal, situada en la región de Pondicherry.
La madre envenenó un refresco y lo hizo llegar al menor que tenía mejores notas que su hija
La madre de una niña también de 13 años hacía tiempo que estaba mosca porque Bala Manikandan, un compañero de clase de su hija tenía mejores notas que ella en casi todos los trabajos y exámenes y, considerando que la situación era injusta para su hija, que también dedicaba mucho tiempo y esfuerzo a ser la mejor de la clase, decidió sacarse del medio al niño. La mujer, de 42 años e identificada con el nombre de Sagayarani Victoriya, tramó un macabro plan para llevar a cabo su objetivo.
Aprovechando que cada viernes la escuela celebra una jornada especial, la madre de la niña envenenó un refresco y, haciéndose pasar por la madre de la víctima, se dirigió al personal de seguridad para pedirlos que dieran la botella al niño, tal y como relata el medio local Indian Express. El personal de seguridad obedeció a la mujer, creyendo que efectivamente el refresco era un detalle de la madre de Bala, se le dieron. Durante el descanso el niño se bebió el refresco entero, sin poder imaginar la crueldad que se escondía dentro de la botella. Durante el transcurso de la tarde, el pequeño empezó a sentir molestias, pero no fue hasta que llegó a su casa que empezó a vomitar. Sus padres, preocupados, lo llevaron rápidamente a una clínica privada para que lo trataran, y después de idas y venidas a centros hospitalarios, durante las cuales el pequeño seguía vomitando, finalmente los médicos lo ingresaron. El pequeño estuvo ingresado un día entero, pero, desgraciadamente, acabó muriendo. Antes de eso, sin embargo, el niño explicó a sus padres que el refresco que le habían enviado le había causado malestar. En este momento, los padres empezaron a sospechar.
Los padres empezaron a investigar y presentaron una denuncia formal
Después de la trágica noche, la cual acabó con la muerte del pequeño Bala, de solo 13 años, los padres empezaron a investigar por su cuenta los hechos. Así pues, consultaron la escuela y el personal de seguridad sobre el misterioso refresco, alegando que ellos no habían hecho llegar nada a su hijo. El vigilante que aquel día guardaba a los niños dio una descripción de la mujer que le hizo llegar el refresco al niño. El matrimonio, con esta información y la presunta culpable identificada, interpusieron una denuncia formal por el presunto asesinato de su hijo.
La policía de la región de Pondicherry abrió una investigación y ha acabado deteniendo a Sagayarani Victoriya como presunta autora del homicidio. Tal y como han relatado los agentes a los medios locales, su principal hipótesis es que la mujer ha asesinado al niño para "evitar que tenga mejor rendimiento escolar que su hija". La mujer, que en un primer momento negó los hechos, acabó confesando que había mezclado pastillas que provocan diarrea con el refresco que posteriormente daría al niño.