En las próximas semanas empezará el juicio por|para el crimen de Vilanova i la Geltrú (Garraf), en el cual se juzgará el presunto autor de los hechos, un chico llamado Ismael M., y una amiga suya, Alba A., quien está acusada de haber inducido a Ismael a matar a su padre a cambio de dinero. Según el relato de la acusación y la Fiscalía, la joven, que en aquel momento tenía 19 años, presuntamente tramó y orquestó un macabro plan con el cual engañó a su amigo, aprovechándose de la esquizofrenia que sufre, para alcanzar su objetivo: conseguir dinero a cualquier precio.
Los hechos se remontan al año 2019, concretamente al 8 de junio, después de muchas semanas en las cuales el joven pedía grandes sumas de dinero a sus padres, hasta que en la última petición que hizo, los progenitores le dijeron que no, haciéndolo enfadar. La noche de aquel 8 de junio, Ismael estaba en casa a solas con su padre. Tal y como consta en los registros de los teléfonos móviles de los investigados, el chico llamó a su amiga, nada fuera del normal. Sin embargo, horas después, Ismael se armó con una navaja, se dirigió a la habitación de su padre y le clavó múltiples navajazos por todo el cuerpo, especialmente en el cuello y en el pecho, hasta que murió a causa de las heridas. A continuación, el chico incendió su casa con productos de limpieza inflamables.
El plan de Alba: personajes inventados, una supuesta colaboración policial y conexiones con la mafia
Después de años investigando, la Fiscalía sostiene que la amiga del joven lo indujo mediante engaños a matar a su propio padre por una cuestión de dinero, que posteriormente recibió ella. El fiscal del caso, según ha sabido Europa Press, cree que la acusada era plenamente consciente de la enfermedad que sufría su amigo, y que, aprovechándose de esta, hizo todo el posible para "aumentar e intensificar" la desconexión del joven con la realidad.
Así pues, presuntamente, Alba, de 19 años, había tramado un macabro plan con el fin de obtener el dinero de la familia de Ismael, valiéndose de la amistad que mantenía con el otro acusado y un amigo íntimo suyo, que resultaba ser la pareja de la misma Alba. Con el fin de conseguir el dinero, Alba se inventó un personaje ficticio, una chica llamada Júlia, que iba detrás de Ismael y con quien hablaba a través de las redes sociales, diciéndole que quería mantener una relación amorosa formal, así como otras propuestas. Paralelamente, Alba empezó a fingir ante su chico y su amigo que "formaba parte de un grupo secreto de colaboración policial con los Mossos d'Esquadra que luchaba contra el tráfico de personas", y les ofreció formar parte. A fin de que la historia resultara más convincente, Alba convirtió al personaje ficticio de Júlia en "una especie de líder del grupo", a la vez que creaba más perfiles falsos en las redes sociales para dar más credibilidad a su mentira. En este contexto, la Fiscalía considera que Alba alimentaba la esquizofrenia paranoide que sufre Ismael, quien estaba cada vez más alejado de la realidad y de su entorno social.
Mientras el tiempo pasaba, la supuesta Júlia pedía dinero a Ismael, justificándolo con las necesidades que tenía el grupo policial del cual formaban parte. Ismael, a la vez, pedía el dinero a sus padres, hasta que uno se hartaron y le dijeron que no le darían más dinero. Es en este momento cuando Alba, que había conseguido que Ismael le transfiriera 7.495 euros, presuntamente induce a su amigo a matar a su padre. Para hacerlo más creíble, tanto la acusación particular como la Fiscalía sostienen que la joven le dijo al chico que su padre tenía "conexiones con la mafia", y que tenía que matarlo porque tanto él como su entorno corrían un grave peligro. Por si no fuera poco, supuestamente también le dijo al chico que después de matar su padre tenía que pagar 20.000 euros.
La defensa de la chica niega todos los cargos
El abogado defensor de la joven, sin embargo, niega esta versión de los hechos, que es la que sostienen Fiscalía y acusación particular. La defensa mantiene que la joven era víctima de maltratos por parte de su pareja, y amigo íntimo del Isamel, y que es él precisamente el que la obligó a inventarse al personaje de Júlia. Según el abogado defensor, Alba se vio forzada a participar en el engaño, y a pesar de recibir ella las transferencias bancarias, era el chico el que controlaba todos los movimientos bancarios de la chica. Con respecto a la enfermedad mental de su amigo, la defensa sostiene que Alba "nunca supo, ni tuvo la oportunidad de saber" que su amigo sufría esquizofrenia.
La Fiscalía y la acusación particular piden 34 años de prisión para la chica
La acusación particular, ejercida por la madre y la hermana de Ismael, así como la Fiscalía, creen firmemente que Alba aprovechó la esquizofrenia de Ismael para hacerse con el dinero de su familia, y que indujo al chico a matar a su padre por el mismo motivo. Por todo eso, tanto la acusación como la Fiscalía solicitan una condena de 34 años y tres meses de prisión para Alba, pero no se dirige contra el Isamel, según ha sabido Europa Press.