El Juzgado de Instrucción número 3 de Reus ha vuelto a decretar prisión provisional, comunicada y sin fianza, para uno de los investigados de la empresa Antiokupa Tarraco, implicada en desalojos extrajudiciales en la zona de Tarragona. Esta medida se ha tomado a raíz de nuevas denuncias presentadas contra el detenido, que indican su participación en nuevos hechos delictivos desde que quedó en libertad a finales de junio. El mismo juzgado ya había decretado esta medida cautelar el pasado 17 de mayo, pero la Audiencia de Tarragona la revocó el 28 de junio tras un recurso, considerando que no había riesgo de fuga ni de reiteración delictiva. Ahora, con la llegada de nuevas pruebas, el juez ha decidido restablecer la privación de libertad y volver a enviar al hombre, de nacionalidad rumana, a prisión.
Desmantelamiento de una organización criminal
El pasado mes de mayo, los Mossos d'Esquadra desarticularon una organización criminal que operaba bajo la fachada de una empresa legal de desalojos. Antiokupa Tarraco, el grupo implicado, había actuado en más de 60 puntos de Cataluña utilizando métodos coactivos y violentos para expulsar a los inquilinos de sus domicilios, cobrando grandes cantidades de dinero por parte de los propietarios a cambio de sus servicios. Toda la investigación comenzó en Reus, a raíz de una actuación de agentes de la Unidad de Seguridad Ciudadana de la comisaría de la capital del Baix Camp en un desalojo donde los trabajadores de esta pseudoempresa agredieron a varias personas.
En la operación policial, se detuvieron a 16 personas y hubo once más investigadas. El juzgado investiga a estos hombres, con combinación de nacionalidades española y rumana, por delitos graves como lesiones, violación de domicilio, daños, coacciones, acoso, robo con fuerza, amenazas, descubrimiento y revelación de secretos, falsificación de documentos públicos, robo con violencia y pertenencia a organización criminal. La organización, supuestamente, estaba liderada por un abogado de Reus muy conocido.
Motivaciones racistas y violencia extrema
Según la investigación, los detenidos en muchos casos actuaban movidos por el odio y la discriminación racial. Las víctimas de estos desalojos eran a menudo personas extranjeras y árabes, y las operaciones para realizar desalojos extrajudiciales se llevaban a cabo con una violencia desmesurada. Dos de los principales implicados, el gerente y un trabajador de la empresa, ingresaron en prisión provisional en mayo, pero fueron liberados a mediados de julio. Ahora, tras nuevos hechos, uno de ellos, el que ejercía de jefe de operaciones, ha vuelto a ser encarcelado, ya que los Mossos han podido demostrar que seguía con esta actividad. La investigación continúa y no se descartan más actuaciones judiciales en las próximas semanas.