Noche movida en el Pirineo. Este martes, 15 de julio, a las diez de la noche, una llamada al 112 ha alertado de que un grupo de una cuarentena de niños y siete monitores se habían perdido en la montaña, en la zona de Forcat, junto a Pont de Suert, frontera con Aragón, mientras hacían una excursión durante unas colonias organizadas por la Escola Episcopal de Lleida.


Inmediatamente, agentes de los Mossos, equipos de los Bombers y dos guías locales han iniciado una operación de búsqueda por la zona, bastante escarpada y oscura. Llevaban una mochila llena de botellas de agua, ya que los niños no bebían desde las cinco de la tarde. Hasta llegar a la zona, con agentes de Seguridad Ciudadana de los Mossos y los Bombers, se han ido pasando la mochila con las aguas, de gran peso.

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Un grupo de 41 niños y siete monitores se ha desorientado en una zona boscosa de noche / Cedida.

Uno de los monitores que ha dado la alerta había explicado que los chiquillos tenían entre 12 y 14 años, que estaban en un bosque, que de lejos veían las linternas —pero intermitentes—, y que tenían una vuelta complicada, teniendo que pasar por un barranco. Según parece, se han extraviado porque dos de los monitores que habían hecho la ruta anteriormente no la habían completado y se habrían desorientado al llegar al tramo que no conocían. 

Búsqueda a contrarreloj de los niños

Alrededor de las diez y media de la noche se ha iniciado la búsqueda a contrarreloj y, tres horas después, antes de las dos de la madrugada, se ha conseguido volver con todo el grupo a una zona segura. Los niños estaban extenuados, muchos llorando, e incluso había una niña con un ataque de ansiedad.

Los agentes de los Mossos y los Bombers han tenido que cargar sus mochilas, ya que algunos no podían continuar. Finalmente, el rescate ha acabado con éxito y ningún menor ha resultado herido, más allá del gran susto y la niña que ha entrado en un cuadro de angustia, pero sin revestir gravedad. Los chiquillos ya descansan. Seguro que no olvidarán esta noche, que, si bien ha acabado bien, quedará grabada como un gran susto. La rápida actuación de los Mossos de la comisaría del Pont de Suert y de los Bombers ha permitido también que la historia se haya podido escribir con final feliz.