Hay veces en que los ladrones parece que quieran ser pillados. En lugar de intentar pasar desapercibidos y que no se descubra que han sido ellos, ponen todas las facilidades a los cuerpos policiales para que los detengan. Uno de estos casos es el que ha tenido lugar en la ciudad de Barcelona, donde uno de los habituales multirreincidentes que actúan en la capital catalana ha vuelto a caer por un error torpe durante uno de sus últimos robos. El pasado 24 de noviembre, este ladrón asaltó a una persona que paseaba por la calle y le robó un reloj valorado en 11.000 euros. Posteriormente, salió corriendo para escapar con el botín, pero no se dio cuenta de que le cayó el teléfono móvil durante la huida.

La víctima del robo denunció los hechos a los Mossos d'Esquadra, que pudieron recuperar el teléfono móvil del ladrón. Con el dispositivo en sus manos, los agentes pudieron averiguar rápidamente a quién pertenecía, identificar al delincuente y saber que vivía en la misma ciudad de Barcelona, concretamente en el distrito de Ciutat Vella. Con esta información, los efectivos de la policía catalana, el pasado 4 de diciembre, se presentaron a su domicilio, pero no con la intención de devolverle el móvil, sino de detenerlw.

El hombre tenía varios relojes robados en su casa

Al inspeccionar la vivienda, los agentes de los Mossos encontraron tres relojes de alta gama que habían sido robados. Por este motivo, el ladrón, un chico de 26 años de quien los Mossos no han facilitado la nacionalidad, quedó detenido. Se trata de un multirreincidente con once antecedentes policiales, cinco de los cuales por robos violentos, principalmente, de relojes. A estas alturas, la investigación se mantiene abierta para intentar aclarar quiénes son los propietarios de los relojes robados que se encontraron en la vivienda y localizarles para poder devolvérselos.