Diez móviles robados en dos meses en Barcelona. Un chico de solo 19 años se ha dedicado entre finales de septiembre y noviembre a circular por la ciudad con una moto robada y a arrancar los teléfonos directamente de las manos de las víctimas cuando pasaba a su lado. Los Mossos d'Esquadra de la Unidad de Investigación del distrito de Nou Barris pudieron detener al delincuente, cuya nacionalidad no han comunicado, el pasado 26 de noviembre en Badalona. El adolescente está acusado de robo con violencia, un delito de lesiones leves, hurto de vehículo y receptación. A pesar de la -relativamente- corta edad del mangui, ya acumulaba un total de 40 antecedentes por hechos similares. Posteriormente a su arresto, pasó a disposición del Juzgado de Instrucción en funciones de guardia el 29 de noviembre.
Robaba los móviles mientras circulaba a gran velocidad con una moto sustraída
A raíz de las diversas denuncias, que empezaron el pasado 24 de septiembre, que relataban hechos prácticamente idénticos, los agentes de la policía catalana pusieron en marcha una investigación que tenía como sospechoso a la misma persona, tanto por el modus operandi como por la descripción facilitada por las diferentes víctimas. Según las declaraciones de los afectados, el ladrón arrancaba sus teléfonos mientras caminaban por la calle, directamente de la mano, sin parar ni bajar de la moto con la que circulaba a gran velocidad, llegando a herir a una de las víctimas.
Siempre conseguía huir, gracias a la movilidad que le permitía ir en moto, colándose entre los coches y perdiéndose entre el tráfico. No obstante, las pesquisas de los Mossos consiguieron identificarlo, y lo localizaron en el domicilio donde vivía en Badalona, durante una entrada y registro previa autorización judicial. Aparte de los robos de los móviles, también comprobaron que la moto que utilizaba para cometer los delitos había sido sustraída y no tenía permiso para conducirla.
Aparte del chico investigado, también se denunció penalmente otro hombre, propietario del piso donde encontraron al sospechoso, por un delito de receptación; según los indicios recopilados por la policía catalana, esta segunda persona era la encargada de colocar los móviles robados en el mercado ilícito para sacar provecho.