Agentes de la Guardia Urbana de Barcelona y de los Mossos d'Esquadra detuvieron ayer, en el centro de Barcelona, a un hombre que acumula más de 34 antecedentes policiales después de haberse saltado un semáforo en rojo y ser perseguido por el medio de la ciudad. El hombre, conocido de la policía por los múltiples antecedentes por todo tipo de delitos, llevaba encima un arma municionada, es decir, preparada para abrir fuego. Por suerte, no se enfrentó con los agentes, aunque, durante la persecución, chocó contra un vehículo de paisano de los Mossos d'Esquadra.

Material intervenido / GUB
Material intervenido / GUB

El seguimiento lo inició una patrulla del Eixample cuando detectaron que la moto se había saltado un semáforo. El vehículo, sin embargo, no hizo caso a los agentes de la Guardia Urbana y lo siguieron, pidiendo también refuerzo, al cual se sumó una patrulla de los Mossos d'Esquadra. Finalmente, se pudo interceptar en paseo de Gràcia con la Gran Vía, donde fue detenido después de impactar contra un coche de los Mossos, del grupo Fura, como se conocen, en el argot policial, los agentes que trabajan de paisano.

Detenido con la moto robada y un arma de fuego real en Barcelona

El hombre, magrebí, que acumula más de 30 antecedentes, fue imputado por los delitos de atentado contra agentes de la autoridad, hurto de uso de vehículo —la moto era robada— y tenencia de armas. Todo parece indicar que también se ampliarán las diligencias para imputarle un delito de daños por el impacto contra el vehículo de la policía. En el registro del hombre, los agentes encontraron un arma de fuego cargada y real, según ha podido saber ElCaso.com.

El hombre fue trasladado a la comisaría de las Corts, donde está el centro de detenidos de la ciudad de Barcelona, a la espera de ser entregado hoy, viernes, en el juzgado de guardia, que será el que tendrá que decidir si este hombre, que acumula delitos por robos con fuerza, robos con violencia, atentados contra agentes de la autoridad, desobediencia, entre otros, entra en prisión o sigue libre, como hasta ahora. Hasta que pase algo más grave y todo el mundo se lamente.