Detenido un joven por agredir a los agentes de la Guardia Municipal de La Canonja (Tarragona). El arrestado, de 29 años y nacionalidad española, según ha podido saber ElCaso.com, circulaba por el pueblo tarraconense con el patinete de manera temeraria. Al ser visto por los guardias municipales, estos lo pararon y, como cualquier otro conductor de un vehículo, le hicieron las pruebas de alcoholemia, pero él se negó. Esta negativa acabó con gritos y una agresión a los agentes de la autoridad.

El joven, al parecer, se puso nervioso cuando los agentes de la Guardia Municipal de La Canoja le intentaron realizar la prueba de alcoholemia. Tanto es así que, en un momento dado, el chico agredió a uno de los policías. Por ello, según han explicado desde Guàrdies Municipals de Catalunya, lo detuvieron por el ataque. Este incidente violento con el cuerpo local, además, se ha producido durante los días que el municipio tarraconense inicia su Fiesta Mayor que durará hasta el 18 de agosto, donde darán fin a la celebración con el castillo de fuegos a las once de la noche en la Rambla de las Garrigues.

Una treintena de jóvenes ataca a los Mossos en la Fiesta Mayor de Bescanó

No es la primera agresión a los agentes que se da esta semana en Catalunya. Hace pocos días, este domingo, se produjo una batalla campal en la Fiesta Mayor de Bescanó (Girona), en la cual una treintena de jóvenes provocaron disturbios y atacaron a los Mossos d'Esquadra tirándoles objetos como botellas y piedras, entre otros. Esta brutal agresión a la policía catalana solo resultó con la detención de un joven, de 22 años y nacionalidad española, e identificaron a otro menor de 14 que, por lo tanto, es inimputable.

Tal y como explicó ElCaso.com, los Mossos d'Esquadra no abrieron investigación al respecto para identificar ni arrestar a la otra treintena de implicados en el incidente. Cabe recordar que en Girona, especialmente en la Selva interior y la Garrotxa, los ayuntamientos han reforzado la seguridad privada de las fiestas, coordinada con los cuerpos policiales, para reducir el número de disturbios y las bandas de menores de edad que, por lo que apuntan, acostumbran a estar implicados.