La Guardia Civil ha requisado un total de 576 juguetes peligrosos en ocho tiendas de venta de juguetes inspeccionados en el Camp de Tarragona y las Terres de l'Ebre. Estos objetos intervenidos, que podían suponer un riesgo para los niños y niñas, procedían mayoritariamente de China y están valorados en unos 1.424 euros. Gran parte de los artículos procedían del contrabando o estaban presuntamente falsificados.

Estas intervenciones son fruto de la campaña de inspecciones en locales de venta de juguetes que la Guardia Civil lleva a cabo desde hace años durante las semanas previas a Navidad. En todo este tiempo, se han requisado miles de juguetes que podían suponer un riesgo para los niños y niñas. La gran mayoría eran productos que no tenían ni el etiquetado ni el certificado de la Unión Europea que autoriza la venta.

Aumentan los juguetes que tienen etiquetas falsas

Cada vez entran menos juguetes de manera ilegal en España, pero desde la Guardia Civil han detectado que ha aumentado el número de las que llevan un etiquetado "confuso". Por ejemplo, figuran las siglas CE, que podrían corresponder a 'Conformidad Europea', pero que en realidad es 'China Export'. De esta manera hacen creer que cuentan con la autorización de la normativa europea.

En el mismo sentido, también se ha detectado que han incrementado los juguetes con un 'Made in PRC' en la etiqueta. "A ojos del usuario parece que tenga que ser de más calidad", explican desde la Benemérita, pero la realidad es que es exactamente lo mismo que 'Made in China', ya que PRC son las siglas de 'Popular Republic of China'. Es solo un lavado de cara y una modificación del etiquetado "para confundir al público y también a los cuerpos policiales".

Entre los juguetes más falsificados y con un etiquetado más confuso hay las que van dirigidas a niños y niñas en edad escolar. Especialmente los cromos, las muñecas y los muñecos. Desde la Guardia Civil alertan también de que este año se ha sumado el llamado 'Pop It'. Se trata de un juguete de silicona lleno de semiesferas que cuando se presionan, se allanan y emergen en el otro lado. En los últimos meses, se ha extendido mucho entre los menorses, pero también en adultos que lo consideran como una herramienta antiestrés.