El cuerpo sin vida de un hombre fue localizado este domingo en la parte baja del pico de Rulhe, en el Arièja, en Occitania, en la Catalunya Nord, y todos los indicios apuntan a que pertenece a Esteve Carbonell, el excursionista de Gironella (Barcelona) que diciembre pasado desapareció en el Pirineo junto con su pareja, la manresana Txell Fusté, durante un temporal que los sorprendió mientras hacían el ascenso del macizo. A falta de los resultados de la autopsia, la Gendarmería francesa trabaja con la hipótesis de que Esteve sufrió una caída por un desnivel y que eso provocó que se separara de Txell, cuyo cuerpo todavía no ha podido ser localizado. Eso explicaría también por qué la pareja no estaba junta cuando se les perdió la pista.

Ha sido el padre de Esteve quien ha explicado esta teoría al diario Regió7 que se apoya en el hecho de que encontraron el cuerpo boca abajo a muy poca distancia de la cima del Rulhe, situada a unos 2.783 metros en la vertiente norte de la montaña, que es donde se pudo triangular su ubicación por última vez. Su hijo era a quien llevaba el itinerario de la ruta en su móvil y cuando cayó, supuestamente, separándose de Txell, esta quedó sola y desorientada en medio de la tormenta de nieve.

El mal tiempo obliga a suspender la búsqueda de Txell

Después de localizar el cuerpo de Esteve, la Gendarmería intentó rastrear la zona en un intento por encontrar también el cuerpo de Txell Fusté. Pero, desgraciadamente, el mal tiempo obligó a suspender las tareas de búsqueda de la mujer y, este lunes, la policía francesa anunció que no las retomará hasta que no lleguen los resultados de la autopsia, que tendrá que confirmar, más allá de las causas exactas de la muerte, también la identidad del cuerpo. Familiares y amigos de la pareja tenían previsto hacer una expedición este mes de junio con excursionistas expertos para localizar los cuerpos, una vez hubieran subido las temperaturas.