Los funcionarios del Centre Penitenciari Obert 2 de Barcelona se han llevado un grave susto este martes después de que uno de los internos se presentara en esta prisión del barrio de la Trinitat de la capital catalana cargando un maletín con un rifle de asalto en su interior. Según ha podido saber ElCaso.com, se trata de un arma hecha en réplica a las que se utilizan en juegos de airsoft -enfrentamientos ficticios con copias de armas reales que disparan bolas de plástico-, tan bien hecha que la apariencia de un arma real encendió todas las alarmas entre los trabajadores del centro, que vivieron momentos de pánico y mucha tensión.
El interno que lo llevaba encima lo había comprado esa misma mañana del martes; todavía tenía el tique de la compra, en el cual salían otras adquisiciones relacionadas como, por ejemplo, un visor de puntería. Los funcionarios le requisaron el rifle inmediatamente a este preso, español de 20 años, que cumple una condena de doce meses con orden de protección de la víctima por un delito de quebrantamiento de condena, y que hace pocos días que está como interno en la prisión de la Trinitat, según han confirmado fuentes de Justicia a este medio.
El rifle se localizó cuando el interno regresaba al centro penitenciario, que es de régimen abierto, es decir, los presos solo van a pasar la noche. Siguiendo los protocolos de seguridad, después de cada salida se registran sus pertenencias y este joven se opuso a que pasaran el maletín que llevaba por el escáner. Cuando le preguntaron qué llevaba en su interior, mintió diciendo que solo un trípode, según ha podido saber ElCaso.com, pero, finalmente, cuando lo pasaron por la máquina, vieron que se trataba de un arma que, en un primer momento, pensaron que era real.
Continúa la polémica en torno a la seguridad de los funcionarios de prisiones
Este incidente en la prisión de La Trinitat de Barcelona acabó solo en un susto. No obstante, y a pesar de las exigencias constantes de los funcionarios para mejorar la seguridad de los centros penitenciarios de toda Catalunya, continúan produciéndose escenarios violentos y de agresiones, tanto a los trabajadores como entre los mismos internos. En este sentido, este lunes por la mañana, se tuvo que evitar in extremis un enfrentamiento entre diferentes presos de Brians 2. La rápida reacción de una de las funcionarias que vio cómo dos de los internos, de nacionalidad chilena, se abalanzaban sobre otros con armas blancas de fabricación casera, por, supuestamente, una venganza. Los trabajadores de la prisión de Sant Esteve Sesrovires pudieron detenerlos justo cuando empezaban a pelearse, evitando, así, un mal mayor.
Por otro lado, en el Centre de Joves de La Roca del Vallès, a mediados de noviembre, un preso de origen magrebí atacó violentamente a uno de los trabajadores cuando, con otros funcionarios, querían registrar su celda para asegurarse de que no escondía drogas. El joven tiró a uno de los funcionarios al suelo y lo golpeó en la cabeza con patadas, según avanzó ElCaso.com, por lo que tuvo que ser trasladado a un centro médico. Otro funcionario también sufrió contusiones, aunque, afortunadamente, su estado era leve.
Estos casos ponen de manifiesto lo que desde los sindicatos de funcionarios hace mucho tiempo que piden: más medidas de seguridad para poder hacer sus tareas sin peligro de ser atacados, así como más personal para poder atender correctamente todas sus funciones.