El 2 de septiembre un agente de los Mossos d'Esquadra de la comisaría de Roses vio a dos mujeres que salían de un edificio del centro de Roses, en Girona, y seguidamente entraban en el edificio del lado. Aquella actitud levantó todas las sospechas del policía, que hizo el seguimiento de las dos mujeres, mientras esperaba que llegara una patrulla de la Unitat de Seguretat Ciutadana a dar apoyo. Cuando llegaron, los agentes de policía entraron dentro del edificio y comprobaron que las puertas de dos viviendas habían sido forzadas.

Los agentes encontraron a las dos mujeres en las escaleras del tercer piso, escondiendo un destornillador bajo una alfombra. Al identificarlas y registrar sus pertenencias los Mossos vieron que había objetos de los cuales dudaban que fueran de las mujeres. Entre ellos, destacaban perfumes y joyas que las mujeres no supieron decir a los policías de donde habían salido. Además, también llevaban herramientas que las dos mujeres utilizaban para acceder a las viviendas sin levantar ninguna sospecha, como calcetines para esconder las huellas dactilares o complementos para disfrazarse, como gafas de sol. En su posesión también había herramientas que las dos sospechosas utilizaban para forzar las puertas, como tijeras y el destornillador que pretendían esconder. Ante las evidencias, los Mossos d'Esquadra detuvieron a las dos mujeres, de 32 y 21 años, cuya nacionalidad los agentes no han querido decir, por dos delitos de robo, uno consumado y el otro en grado de tentativa.

Calcetines que las mujeres utilizaban para cometer los robos / Mossos
Calcetines que las mujeres utilizaban para cometer los robos / Mossos

Los Mossos atribuyen la autoría de más robos

Los agentes de la policía catalana abrieron una investigación contra las detenidas, ambas con antecedentes policiales, y relacionaron que eran las supuestas autoras de dos robos que se habían cometido en la zona semanas antes y con un modus operandi similar. El primero tuvo lugar la tarde del 24 de agosto, cuando una mujer se marchó de casa, cerrando la puerta sin vuelta de llave, y al volver vio que alguien había accedido, había revuelto las estancias y se había llevado las joyas. El segundo, pasó cuatro días después, el 28 de agosto, cuando la propietaria de una vivienda fue a su casa y sorprendió a las dos personas dentro de su piso en l'Escala, en Girona. Mientras llamaba a la policía, la denunciante vio que los ladrones hacían fuerza para que la víctima no entrara en el interior hasta que, en un momento de debilidad, las dos mujeres abrieron la puerta y huyeron. En este caso, las sospechosas se llevaron dinero en efectivo y joyas.

Los Mossos d'Esquadra tienen todavía la investigación abierta y no descartan que se relacione otros robos cometidos de manera similar con estas dos personas. De momento, sin embargo, determinan la autoría de las dos detenidas con el robo que se cometió en Roses el 24 de agosto y relacionan a la mujer más joven con el robo de l'Escala que cometió cuatro días más tarde. Además, con esta detención, se resuelven también los robos con bastante cometidos en dos domicilios al centro de Olot (Girona) cometidos entre el 28 de julio y el 25 de agosto, y que la Unidad de Investigación de la comisaría de Olot estaba investigando.