Un hombre de 46 años ha sido detenido por los agentes de la Brigada Provincial de Seguridad Ciudadana de La Rioja como el presunto autor de varios robos a los sanitarios del Hospital de San Pedro de Logroño. El detenido había ingresado en el centro como paciente, y mientras le estaban pasando consulta aprovechó para sustraer algunos objetos.

Una de las trabajadoras del hospital denunció a la policía que en algún momento del día le habían robado el teléfono móvil del despacho. Cuando se dio cuenta de que le faltaba el teléfono, intentó llamarse a sí misma por si lo había extraviado por la habitación. Por algún motivo, el ladrón decidió contestar la llamada, y acordó con la víctima que le devolvería el teléfono a cambio de una cantidad concreta de dinero. La mujer accedió, y fue entonces cuando llamó a comisaría, informante del lugar de la quedada.

Pretendía devolver el teléfono a cambio de dinero

El acusado había asegurado a la víctima que le devolvería su teléfono a cambio de que ella le pagara 50 euros. La mujer en apariencia accedió, pero llamó a la policía para ponerles al corriente de la situación y facilitar el arresto del ladrón. De esta manera, varias patrullas de seguridad ciudadana se presentaron en el sitio que el ladrón había escogido para hacer el intercambio.

Después de identificarlo, la policía procedió con su detención y al realizarle un cacheo superficial encontraron el móvil escondido entre los pantalones y el abdomen. Durante la revisión de sus pertenencias encontraron también dos pares de zapatos que según confesó se había llevado de los vestuarios del mismo hospital. El acusado fue trasladado a comisaría y se pudo comprobar que tenía ocho antecedentes penales por crímenes similares, una requisitoria en vigor por un delito contra el patrimonio y otras doce requisitorias ya prescritas.

Ingresa en urgencias después de robar un desfibrilador

Un joven de 28 años robó un desfibrilador de un hospital de Murcia, pero le pillaron el mismo día porque tuvo que volver en urgencias horas más tarde. Y es que el personal sanitario le reconoció y alertaron a la policía, quienes le detuvieron en la misma sala de urgencias. A pesar de la rápida detención, los agentes no pudieron recuperar el desfibrilador, una máquina esencial a los hospitales para la recuperación del ritmo cardiaco de los pacientes. El joven pasó a disposición judicial y podría pasar entre 6 y 18 meses entre rejas.